La comunidad de la localidad de Rolón está movilizada detrás de un objetivo: la compra de un desfibrilador portátil externo, conocido como DEA, para el Hospital Diego Morón. Para eso las empleadas y los empleados del centro de salud han organizado ventas de locro, dulce de leche y locro y ya están cerca de conseguir el dinero suficiente, unos 50 mil pesos, para comprar esta aparatología que permite salvar vidas.
Elsa Gómez hace 23 años que es enfermera en la Provincia. Es una de las organizadoras. “Actualmente por razones familiares me encuentro trabajando, hace 2 años, en la localidad de Rolón”, dice a Diario Textual. “En enfermería vimos la necesidad y utilidad del DEA. Más que nada debido a las distancias entre los campos lindantes y Santa Rosa”, explica Elsa. “Permite dar solución rápida y eficaz a nosotras y a cualquiera que esté para colaborar: lo puede manejar cualquier persona que no tenga conocimientos”.
Los desfibriladores portátiles cada vez son más demandados e imprescindibles. Son capaces de restaurar el ritmo cardíaco normal a un paciente que acaba de sufrir un ataque cardíaco (o de muerte súbita).
Así, comenzaron a realizar colectas. “Los empleados del hospital ahora estamos juntando dinero a través de ferias de platos y aportes de la comunidad para comprar un DEA, un desfibrilador portátil externo”, cuenta. “Es una linda experiencia. Tal vez más centros de salud se animen a realizarlo”, agrega.
“Es todo a pulmón. Es el esfuerzo entre el personal del hospital y la comunidad, sin instituciones intermedias. El día 20 de junio realizaremos, ojalá, la última feria de platos, porque ya casi lo tenemos…”, explica. Venderán en el hospital tortas, lechones y pollos. Incluso se aceptarán donaciones.
El DEA sale aproximadamente unos 50 mil pesos. “Eso salen los más baratos”, aclara. “En una feria y donaciones en efectivo de particulares llegamos a $33.000. La gente también donó muchísimas cosas y a la vez vino a comprar. Ahora vamos por otra feria”, dice.
Además, el personal ha salido a vender dulce de leche. Y el director, José Cervantes, también ha colaborado. “Hizo locro. Todos estamos en esta cruzada”, finaliza Elsa.