Brasil está inmerso en una tensión política y social. En una decisión publicada esta mañana, el juez Rogério Favreto, del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región, dio lugar al hábeas corpus presentado por tres diputados a favor del expresidente Lula da Silva y suspendió la ejecución de su pena. Sin embargo, el juez João Gebran Neto, instructor del caso Lava Jato en un tribunal de segunda instancia, revocó poco después la orden de excarcelación «inmediata» y decidió mantener al expresidente brasileño en prisión.
«Determino que la autoridad coautora» de la orden y la Policía Federal «se abstengan de practicar cualquier acto que modifique la decisión colegiada» del tribunal, escribió Gebran Neto.
El magistrado es uno de los tres jueces que integran la octava sala del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Porto Alegre, corte que condenó a Lula en segunda instancia a 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero.
Gebran Neto contradijo la decisión dictada horas antes por el juez federal de turno Rogerio Favreto, también de segunda instancia, quien este domingo concedió a Lula un «habeas corpus» solicitado por diputados del Partido de los Trabajadores (PT), formación liderada por el ex presidente.
Favreto argumentó en la justificación de su decisión que el encarcelamiento atentaba contra el derecho de Lula a ser candidato a Presidente de la República en los próximos comicios.
Lula cumple desde abril en Curitiba (sur) una condena de doce años y un mes de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero.
Casi inmediatamente después de conocerse la decisión, el juez Sergio Moro, quien condenó a Lula, aseguró que Favreto es «incompetente» para tomar la decisión, acrecentando la incertidumbre.