Olga Bravo y Soraya Hernández, dos vendedoras ambulantes, concurrieron este miércoles al Centro Judicial de Santa Rosa, para pedir «celeridad» en el trámite del amparo presentado para que no sean echados de las calles del microcentro de la ciudad capital.
Este conflicto tiene dos meses. La municipalidad, que ya no está extendiendo las habilitaciones municipales, les viene exigiendo que consigan un local para alquilar o abandonen esos puestos fijos para reubicarse fuera del microcentro.
Algunos vendedores consiguieron un local para seguir con su actividad. Sin embargo, unos ocho -cinco de ellos de origen senegalés- no han tenido solución y se acabaron los plazos. Por eso el lunes presentaron un amparo.
Los vendedores, finalmente, dijeron que no se retirarán del centro. Y pidieron permanecer hasta enero de 2019. Este miércoles, a las 19.30 horas, volverán a reunirse con los funcionarios comunales.