Los terroristas islámicos de ISIS (o Estado Islámico) siguen sembrando muerte y terror en Siria. El grupo tomó como rehenes a 700 personas, entre ellas decenas de mujeres y niños, en un campo de refugiados del este del país y amenazó con «matar a diez rehenes por día» si no se cumplen sus demandas, informó el presidente ruso Vladimir Putin.
«Y ya han empezado a cumplir sus amenazas. Anteayer mataron a 10 personas», dijo Putin al tiempo que denunció que «todos estén callados, como si no pasara nada».
«Han emitido ultimatums, demandas específicas y han advertido que si estos ultimatums no se cumplen, ejecutarán a diez personas todos los días», dijo Putin, sin precisar cuáles fueron estas demandas.
Los combatientes de ISIS atacaron un campamento de refugiados en la provincia de Deir-Ezzor -controlada por rebeldes apoyados por EEUU- la semana pasada y secuestraron a unas 130 familias, afirmó Putin.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG con sede en Gran Bretaña que monitorea la guerra civil en curso en Siria, dijo que las familias están compuestas principalmente por mujeres extranjeras, incluidas las viudas de combatientes de ISIS.