Santa Rosa podría tener una calle techada. Eso si avanza un proyecto que presentó la concejala Claudia Giorgis, acompañada por el intendente Leandro Altolaguirre.
¿En qué consiste el proyecto? En aprovechar las cientos de chapas que no se usaron en el techo del Megaestadio e impulsar una iniciativa de desarrollo turístico gastronómico de una calle de la capital provincial. Según dijo Giorgis, podría ser techada una cuadra de la Avellaneda, entre Mansilla y Alvear, a metros del Paseo Ferial del Ferrocarril. También otras calles, como las ubicadas en las inmediaciones de la plaza Martín Fierro.
«Sugerimos que la calle a techar sea Avellaneda o Gil ya que son arterias que desembocan y/o nacen en Alsina creando de esta manera un virtual corredor cultural unificando la calle techada con los espacios verdes linderos a las vías del ferrocarril buscando generar a futuro un paseo hasta las instalaciones del Ex Molino Werner, emblema de nuestra ciudad», dijo. «La idea es ir sumando atractivos a la revalorización de esta zona que el Municipio ha comenzado también con el techado de uno de los galpones del Ex Molino con destino a la Escuela de Cerámica Municipal, la apertura de la calle, la posibilidad que con estas chapas se puedan reacondicionar otros de los salones del Ex Molino con fines culturales constituyen una oportunidad invaluable para que toda la actividad quede comprendida en una zona que la nuclee y se popularice el trabajo que allí se desarrolla. La revalorización del Ex Molino y la zona juntamente con el Paseo Ferial y la calle techada potenciarían las oportunidades tanto para uno como para otra actividad», explicó.
“Tiene que ver con la posibilidad de utilizar un espacio público que te de la oportunidad de organizar otro tipo de eventos en caso de lluvias, por ejemplo”, explicó el intendente Altolaguirre. “También para que durante la noche se pueda organizar un evento o exposición y que permita utilizarlo para un baile o una kermés», amplió en conferencia de prensa.
Giorgis venía reclamando desde hace un tiempo el uso de las chapas que no se colocaron en el techo del polideportivo. Esas chapas -de las que aún se discute la propiedad entre el Estado provincial y la empresa constructora Inarco- se acumulan en el predio del estadio. Muchas están quemadas.
El intendente mencionó, sin embargo, que el 70 por ciento de las chapas están en “buen estado” y se podrán destinar al proyecto. «La idea que se les de a esos materiales un uso específico”, agregó Altolaguirre.
Giorgis sostuvo que proponen esta idea de «calle techada” como un nuevo instrumento de atracción turística para nuestra zona y un elemento más del plan de valorización de nuestra ciudad, que, a la vez de embellecerla, cumpla funciones sociales y económicas. «Observamos gratamente que las ferias francas, van creciendo en popularidad, materializando las expresiones artísticas de nuestros artesanos y manualistas ofreciendo un lugar de cómodo acceso para que expongan y comercialicen sus manufacturas. A esto queremos sumarle las actividades de espectáculos y gastronomía de la calle techada, potenciando ese eje que en conjunto traerá mayores beneficios económicos, sociales y turísticos».
Dijo que se sugiere que la construcción de la calle techada se realice en alguna de las aceras perpendiculares al lugar donde se llevan a cabo las ferias francas contribuyendo con la revalorización de la zona y el embellecimiento del paisaje urbano.
Esta idea tiene como antecedente la “Calle Techada” de la localidad de Capilla del Monte, provincia de Córdoba, que desde hace 54 años se ha transformado en un atractivo turístico que alberga de manera permanente comercios que explotan y ofrecen distintas alternativas gastronómicas con espectáculos musicales incluidos mientras las familias disfrutan de las comidas en mesas y sillas ubicadas en la vereda y en la propia calle techada. «En horarios nocturnos se cierra para tal fin. También se utiliza para la exhibición y venta de productos de los comercios locales ubicados en la misma arteria. Las posibilidades son amplísimas», dijo. «Consideramos que de esta manera los visitantes, encontrarán un lugar de esparcimiento cercano a los productos autóctonos de la feria, lo cual irá sumando a la consolidación de un sello distintivo de nuestra idiosincrasia».
«Dado que esta idea involucra a varios actores de la sociedad santarroseña, el mismo no es un proyecto cerrado sino todo lo contrario una invitación a hacer volar la imaginación y sumar ideas para su mejor concreción», dijo la concejala. «Es por ello que vamos a intercambiar al respecto con todos los sectores e instituciones de la comunidad que seguramente tendrán interés en dar su opinión al respecto».