Nuevamente los «chalecos amarillos» pusieron en apuros al Gobierno de Emmanuel Macron: hubo en París este sábado otra violenta manifestación, que terminó con represión, gases lacrimógenos y al menos mil detenidos.
Los manifestantes lanzaron piedras y manifestaron al grito de «¡Macron dimisión!», en una jornada en la que la mañana pareció «menos tensa» que la protesta de la semana anterior, pero conforme avanzaba la tarde, el panorama se endureció y volvieron a aparecer las fotos de locales comerciales saqueados y automóviles ardiendo
Según señaló la agencia AFP, desde la mañana hubo varios puntos de París en los que los manifestantes lanzaban piedras a la policía, que respondía con gases lacrimógenos.
El número de detenidos rondaba las 1000 personas a media tarde, según dijoel primer ministro Edouard Philippe, pero se incrementaba en forma continua. Era un número superior a los arrestados de la semana anterior, y otras 700 personas estaban «demoradas».
La Gendarmería Nacional, responsable de las misiones de policía, ha desplazado a París varios vehículos blindados. El 6 de diciembre el primer ministro, Edouard Philippe, anunció «una movilización excepcional» de 89.000 agentes de las fuerzas del orden en todo el país, 8.000 de ellos en la capital.
Las protestas del movimiento ‘chalecos amarillos’ comenzaron el 17 de noviembre, provocadas originalmente por el aumento planificado del impuesto sobre el combustible. Sin embargo, pese a que el Gobierno de Emmanuel Macron anuló ese aumento de impuestos, las protestas se han convertido en un movimiento más amplio en contra de las políticas oficiales y sus reformas económicas.