Después de casi un año de juicio, este martes un militar y dos gerentes de la empresa Ford fueron condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar en esa planta fabril.
La sentencia es histórica dado que es la primera vez en el país que directivos de una empresa son juzgados por crímenes cometidos durante la dictadura cívico militar.
El Tribunal Oral Federal (TOF) Número 1 de San Martín condenó al ex jefe de Manufactura de la empresa automotriz, Pedro Müller, y su ex jefe de Seguridad, Héctor Sibila, a diez y doce años de prisión, respectivamente.
Además, dictó una pena de 15 años de prisión para el exComandante del IV Cuerpo de Ejército, el exgeneral de División Santiago Omar Riveros.
El tribunal consideró al dar lectura a la sentencia emitida por unanimidad que los acusados cometieron crímenes de lesa humanidad, por lo que rechazó planteos de prescripción de los delitos por parte de las defensas.
Riveros fue encontrado coautor de los delitos de allanamiento ilegal, privación ilegal de la libertad e imposición de tormentos agravados. A su vez, los jueces consideraron que Müller y Sibilla fueron condenados por ser partícipes necesarios de los secuestros y torturas.
Los crímenes de lesa humanidad fueron cometidos contra 24 trabajadores de Ford y en el juicio oral se consideró como probado que el régimen militar y los integrantes de la compañía actuaban en conjunto con la empresa para su realización.
Para el tribunal, en el proceso quedó acreditado que directivos y empleados jerárquicos de Ford tomaron decisiones y dieron colaboración concreta para los secuestros y torturas.
Lesa humanidad
De acuerdo a lo revelado por HIJOS Capital, el caso de la empresa Ford es un ejemplo del accionar cívico-militar del terrorismo de Estado de la última dictadura genocida. Con el Golpe del 24 de marzo de 1976, fue militarizada la Planta de Pacheco, provincia de Buenos Aires. La automotriz quedó al mando de militares y civiles, quienes instalaron el terror en un lugar en el que había más de 7.000 trabajadores.
Uno de los principales objetivos de la represión en la empresa fue el disciplinamiento de los trabajadores organizados. Por eso, los principales perseguidos fueron los delegados de la Comisión Interna de SMATA (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina).
Así, los trabajadores de Ford pasaron a ser las víctimas de la propia empresa. A un grupo lo secuestraron dentro de la Planta de Pacheco y lo torturaron en el quincho del campo de deportes de la automotriz. A otro grupo lo secuestraron de sus casas. Las víctimas fueron trasladadas a las comisarías de Tigre e Ingeniero Maschwitz, donde permanecieron en cautiverio como detenidos-desaparecidos por más de 40 días. Luego fueron puestas a disposición del Poder Ejecutivo Nacional en diferentes unidades penitenciarias, como las de Devoto, La Plata y Sierra Chica.
En el juicio se trataron los casos de 24 víctimas de delitos de lesa humanidad, quienes eran trabajadores de la empresa. Los sobrevivientes guardaron sus testimonios por más de 40 años para denunciar los crímenes, contar el terror que sufrieron y también la lucha que sostuvieron.
“Pasamos a ser una lista de desaparecidos. Aparecimos en una comisaría tomada por el Ejército. Ahí iba gente de todo el cordón industrial de la zona norte”, contó en La Imposible Pedro Troiani, exdelegado y sobreviviente. Las víctimas sobrevivieron y contaron la historia durante más de 40 años, hasta lograr que se realice el primer juicio cuya sentencia llegó este martes.