Roberto Forestier, el hombre que pasó de portero a gerente coordinador y accionista de una docena de casas de juegos, fue «desvinculado» del grupo que controla Casino Club, según pudo saber este lunes Diario Textual.
La decisión generó un tembladeral dentro de la empresa: Forestier, radicado desde hace unos 25 años en Santa Rosa, vio nacer a la firma en 1992 y acompañó su crecimiento: hoy es la cadena más grande de casinos y salas de máquinas tragamonedas en Latinoamérica.
Casino Club se inició en Comodoro Rivadavia y luego fue avanzando a La Pampa y el resto del país. Hoy tiene unas 25 salas de juego.
La firma es propiedad de Cristóbal López -hoy encarcelado, acusado de fraude por evadir impuestos de combustibles por 8 mil millones de pesos con Oil Combustibles-, Ricardo Benedicto, Juan Castellano y Héctor José Cruz. También es -o al menos era- socio minoritario el propio Forestier.
No están claros aún los motivos de este desplazamiento de la empresa. “Quería más tiempo con la familia”, dicen unos. Otros ponen en duda esa versión.
Lo cierto es que ahora podrá dedicarle más tiempo a uno de sus hobbys preferidos: el fútbol. Es que, además de las actividades en Casino Club, construyó el Complejo Deportivo Ricardo Forestier, en Santa Rosa, donde cada fin de semana juegan al fútbol unas mil personas.
Forestier era hasta hace un tiempo el gerente coordinador de todas las salas de juegos, incluidas City Center (Rosario) y Casino Flotante (Buenos Aires). «Pero en los últimos tiempos fue relegado en sus actividades y se concentraba en las reuniones de directorio. Ya no tenía prácticamente mando sobre las cuestiones operativas», dicen las fuentes consultadas.
Forestier trabajaba desde hacía 42 años en salas de juego. Ingresó el 1º de julio de 1977 al Casino de Neuquén, cuando estaba en manos del Estado de esa provincia patagónica.
Precisamente otro que ingresó a esa casa de juegos y en esa fecha, junto a Forestier, fue Omar Giménez. Es el actual gerente de Casino Club Santa Rosa que en los próximos días deberá armar sus valijas: fue enviado a San Rafael (Mendoza).
Es otro duro golpe en el interior de la empresa. “Giménez, al igual que Forestier, se iniciaron con la empresa y conocen todos sus movimientos. El gerente está apenado, quería jubilarse en tres o cuatro años en Santa Rosa. Lo siente como un castigo”, dijo una fuente a Diario Textual. Su lugar será ocupado por Marcelo Moya, otro empleado de carrera.
Casino Club tiene concesionada la sala de juegos de Santa Rosa hasta 2029. En 2011, mediante una adenda al convenio, la casa de juegos y el Gobierno provincial acordaron una extensión de la firma de la concesión a cambio del cierre del tragamonedas que estaba sobre la calle Hilario Lagos. Además, la empresa elevó el canon a 200 mil dólares mensuales y construyó un hotel de cuatro estrellas.