Las obras incluidas en el programa de Participación Público Privada, entre ellas la autopista entre Santa Rosa y Anguil, se van a postergar porque no aparece el financiamiento. Es que el Banco Interamericano de Desarrollo desistió por el momento del otorgamiento de u$s900 millones para el fideicomiso destinado a financiar la construcción y mejora de seis corredores viales y Nación está negociando con las empresas ganadoras de los proyectos la posibilidad de postergar un año el avance de los trabajos.
Una empresa china construirá la autopista entre Santa Rosa y Anguil
La autopista pampeana está incluida en el Corredor Vial B, que fue adjudicado a la unión transitoria de empresas conformada por China Construcción América (filial Panamá) y la argentina Green S.A.
Esta UTE tiene a su cargo la construcción de la autopista Anguil-Santa Rosa, la ruta segura entre Anguil y Bragado y la nueva avenida circunvalación santarroseña.
Según el diario BAE Negocios, el BID no desembolsó aún el dinero comprometido para financiar el fideicomiso para la construcción de los corredores viales y en los últimos días se bajó el Banco Itaú del préstamo que iba a formar parte del giro del BID. En tanto, el JP Morgan, el Morgan Stanley y el Citibank analizaban seguir sus pasos en los próximos días.
A esto se suma que el Fondo Monetario Internacional se opone a que la Argentina vuelva a incrementar su nivel de deuda, el cual según los inversores ya se encuentra en un punto crítico para una economía emergente.
«El contexto financiero, económico y político de la Argentina no da lugar para jugadas riesgosas como las que implicaría apostar por los contratos de Participación Público Privada. La actividad todavía no encontró piso en medio del ajuste fiscal y monetario, y el riesgo país en 900 puntos vuelve inviable cualquier colocación de deuda en el mercado externo, tanto pública como privada», sostienen en el BID según BAE.
¿Cuál era el esquema de financiamiento que se preveía para las obras? En un primer momento las constructoras ganadoras de los PPP iban a salir por su cuenta al mercado externo a buscar el financiamiento. Con la corrida iniciada el año pasado, el panorama cambió y el Ejecutivo ideó un fideicomiso a cargo del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) que buscaría los fondos para luego repartirle a las empresas, con dinero proveniente también del Banco Nación. Finalmente, apareció el BID que se comprometió a prestar u$s900 millones (unos u$s150 millones por corredor), parte de los cuales aportarían entidades privadas, que alcanzarían para las tareas preliminares. Pero hasta ahora siguen sin aparecer y se peligran los PPP, la única carta que tenía el Gobierno de Cambiemos para reactivar la construcción.