La Consultora de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) presentó este jueves el primer informe técnico sobre cómo va avanzando con el estudio fluvioecológico y del daño socioeconómico en el oeste de nuestra provincia por la merma del caudal o, en ciertos períodos, directamente el corte del río Salado. Aún no hay cuantificación de los daños.
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El estudio, encargado el año pasado por el Estado pampeano, abarca toda la cuenca Desagüadero – Salado – Chadileuvú – Curacó. Tiene un costo de 17 millones de pesos y trabajan unos 30 investigadores.
Una vez concluido, se presentarán los datos en la denuncia judicial contra San Juan y Mendoza, que afectan al Salado con represas como El Tambolar y Punta Negra.
Caudal «raquítico»
«Estamos en la primera etapa del estudio, que durará quince meses. Hemos recorrido el territorio, se hicieron las visitas de campo y se está trabajando en diferentes áreas, social, hídrica, de flora y fauna», explicó el secretario de Recursos Hídricos, Javier Schlegel.
Actualmente, el caudal que llega a La Pampa, dijo el funcionario, es «raquítico» y alcanza los 0,6 metros cúbicos por segundo. «La calidad del agua desciende a 80 mil miligramos de sal por litro, con lo cual es un agua no apta para ningún tipo de utilización», dijo.
El Salado fue un río caudaloso. Hace 10 años tenía un caudal de entre 20 y 30 m3/seg, pero hoy prácticamente no corre en La Pampa. ¿El motivo? «Las obras inconsultas que se han hecho aguas arriba, que no solo afectaron el Atuel, sino también el Salado», dijo Schlegel.
Un estudio similar al del Atuel
El proceso que está siguiendo la Consultora de la UNLPam es similar al realizado con el río Atuel, a través de un método holístico para determinar el caudal que se debería tener en el Salado para el restablecimiento del ambiente.
La situación del Salado se compara a la del Atuel, a raíz de una serie de represas y otras obras ubicadas aguas arribas -en San Juan, Mendoza y San Luis-, que mermaron también el ingreso de agua al oeste.