Por Fernando Tourn (*)
El llamativo movimiento de la superficie del agua que se observó en un tanque de molino en la zona rural de Anguil presenta todas las características de ser un “seiche”, un tipo de onda estacionaria que se genera en cuencos cerrados, desde piletas hasta bahías, y que puede ser producido por el viento o algún evento sísmico, aún cuando haya ocurrido a cientos o miles de kilómetros. Además de una causa y un recinto cerrado o parcialmente cerrado, para la formación de estas extrañas ondulaciones se necesita que el cuerpo de agua sea profundo y las condiciones meteorológicas apropiadas, dos circunstancias que se verifican en el tanque.
Un diagnóstico más certero de la situación obliga, obviamente, a realizar una visita al lugar, entrevistar a los testigos, determinar el contexto en que se ha verificado este fenómeno, y tomar nota de las características físicas del lugar, de su entorno y de las variables climáticas al momento de producirse.
Planteadas estas prevenciones, se pueden realizar algunas elucubraciones para encuadrar el fenómeno y determinar sus causas. Los dos videos que tanto interés han causado, y los datos mencionados por la persona que los filmó, aportan información valiosa.
A saber: 1) si bien es poco habitual, el fenómeno ha ocurrido en oportunidades anteriores; 2) se trata de un tanque de material y bastante profundo –según esa persona, tiene unos ocho metros de diámetros y tres de profundidad, es decir, mucho más profundo que los más conocidos tanques australianos, que oscilan en 1,5 metros de profundidad-; 3) en la filmación se escucha mucho viento y en algunos pasajes, cuando la cámara apunta hacia abajo, se ve que los pastos cercanos al tanque se mueven con intensidad; 4) cuándo ha ocurrido el fenómeno, siempre ha sido por la madrugada o en las primeras horas de la mañana, es decir, cuando la temperatura ambiente se encuentra en su punto más bajo.
Onda estacionaria
Estos datos y algunas especulaciones permiten pensar que esa llamativa y violenta ondulación del agua registrada en el tanque de Anguil corresponde a un “seiche”, un tipo de onda estacionaria que se forma por causas naturales en un recinto cerrado o semicerrado que hace que las ondas oscilen en resonancia, es decir, sumando positivamente sus amplitudes. Esto ocurre cuando un pulso de onda choca contra el lateral del cuenco, vuelve en dirección contraria y se encuentra con otro pulso de la misma velocidad y longitud de onda. Si las dimensiones del recinto son las apropiadas, se produce una interferencia constructiva que genera la resonancia, con zonas donde el agua se agita mucho y otras en que la superficie no experimenta movimiento vertical. Estos puntos, los que no exhiben casi desplazamiento en la vertical, son los nodos que separan cada pulso de la onda estacionaria.
Este fenómeno se puede ver con claridad en el primero de los videos, en el cual el agua se agita con fuerza en el centro y los costados del tanque, pero prácticamente no se mueve en una distancia intermedia.
La sumatoria de fuerte viento, condiciones meteorológicas y buena profundidad, autorizan a adjudicar el fenómeno del tanque de Anguil a un “seiche” y a explicar por qué, por ejemplo, no se producen en los tanques australianos, que como ya se dijo son mucho menos profundos.
El segundo video muestra un cambio en la ondulación, ya no concéntrica sino direccionada. Esto podría ser consecuencia de un cambio en la dirección del viento, o en la modificación de alguna de las variables que influyen en la ondulación.
Desde un punto netamente físico, queda claro que “se trata de los dos modos estacionarios más bajos de oscilación de una membrana circular o superficie de agua con simetría cilíndrica”, según explicó el doctor Cristian Ghezzi, titular de la cátedra Mecánica Cuántica en la Licenciatura en Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.
El doctor Mario Campo, titular de la cátedra Termodinámica de la Licenciatura en Física, coincidió en que el fenómeno presenta las características de ser un «seiche».
Y aunque el fenómeno puede ser caracterizado desde conceptos físicos, no deja de llamar la atención la intensidad con que se manifiesta, difícil de alcanzar aún en condiciones controladas de laboratorio.
Como se dijo, una visita al lugar y el levantamiento de información válida, permitirán comprobar esta hipótesis y determinar si las dimensiones del tanque, la temperatura del agua y otros parámetros físicos y climáticos, encajan en las ecuaciones matemáticas que describen este tipo de ondulaciones.
Lagos alpinos
El término “seiche” proviene del dialecto francés de Suiza y se traduce como “balancearse atrás y adelante”, una clara definición del fenómeno surgida de las atinadas observaciones que a lo largo de cientos de años han realizado los lugareños.
Los seiches no son raros pero en general son poco visibles. Cuando ocurren, pueden tener una amplitud de unos pocos centímetros, imperceptibles al ojo humano y fácilmente confundibles con las oscilaciones que habitualmente produce el viento.
La característica distintiva de un “seiche” es su condición de onda estacionaria que ocurre cuando se dan las condiciones apropiadas. Esto la diferencia de otro tipo de ondulaciones de la superficie del agua, que también provocan oleaje de cierta intensidad, pero no cumple con el carácter estacionario.
Los grandes lagos suelen ser los escenarios más habituales de este fenómeno, sea que se produzca por fuertes vientos, por centros de depresiones barométricos o por sismos, sean cercanos o alejados.
Video: el extraño movimiento del agua en un tanque en Anguil
En los Grandes Lagos de Estados Unidos hay un importante registro de la ocurrencia de estos fenómenos. De hecho, hay registrados episodios que produjeron la muerte de varios pescadores que fueron arrastrados por el oleaje. Esto ocurrió en 1954 frente a la ciudad de Chicago, en el lago Michigan.
Sismos
En el posteo de la información, uno de los lectores señaló una posible relación con actividad sísmica. La opinión no es del todo desacertada, aunque requeriría un estudio un poco más profundo, apuntando a buscar una vinculación con alguno de los sismos que habitualmente ocurren en las provincias de Mendoza y San Juan.
Aunque esas zonas están alejadas del centro de nuestra provincia, ello no es óbice para que sean el disparador de la agitación. De hecho, se han registrado “seiches” en tanques, piletas y piscinas en lugares distantes hasta 3.000 kilómetros del epicentro del terremoto. En la plataforma Youtube se pueden encontrar muchas de estas filmaciones, algunas realmente espectaculares, como así también “seiches” ocurridos en los Grandes Lagos estadounidenses.
También filmaciones de estas ondulaciones en piletas y piscinas, en algunos casos directamente vinculados a terremotos, y en otros, de origen incierto.
(*)
Licenciado en Geología, divulgador científico.
Ayudante de cátedra en “Física II” – Tecnicatura en Hidrocarburos, y “Física” – Licenciatura en Geología.