El Fiscal de Investigaciones Administrativas (FIA), Juan Carlos Carola, confesó que la “violencia laboral es uno de los factores destructivos” de la administración pública actual, pese a no estar generalizada en todos los organismos. Por eso, dijo, se encuentran elaborando un proyecto de ley para poder tipificarla, con el propósito de tener una herramienta como para poder investigar los abusos que conlleva. “La ley 643, que encuadra mayoritariamente al trabajador estatal, fue sancionada en los ’70 por lo que no contempla la violencia laboral. Necesitamos tipificarla y de eso habla la norma que vamos a ingresar en agosto a la Cámara de Diputados”, adelantó el fiscal.
Explicó que la tipifación es el primer paso que se tiene que dar, además de difundir la idea y el concepto de violencia laboral. “Otro gran cambio es la necesidad que empleados, jefe intermedios y funcionarios se comprometan con la erradicación de todo tipo de violencia en el sector público”, puntualizó.
En general, cuando se habla de violencia laboral se está aludiendo a violencia de género, social o institucional. Explicó que es un acto de agresión que puede ser físico, sexual, económico o psicológico. “Se utiliza el término de laboral a los efectos de poder individualizar un tipo de violencia en un contexto determinado, en este caso el ámbito del trabajo”, declaró el abogado.
Carola recordó que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) elaboró recientemente una convención, jurídicamente vinculante, por la cual se explica la problemática de la violencia laboral en el mundo del trabajo. Manifiesta cómo se lo degrada al trabajador como ser humano, en su dignidad, en su proyecto de vida pero también cómo afecta la problemática a la economía de los países, ya sea por perjuicios en la administración pública o en el sector privado. Por eso la organización recomendó la sanción de normas modernas en los diferentes países, con el objetivo de visibilizarla y erradicarla de los sitios laborales.
“El perjuicio que causa el acoso laboral es evidente. Nosotros, que tenemos el deber de investigar las conductas administrativas, encontramos que se genera ausentismo por el deterioro físico psicológico o, eventualmente, por el medio que hace que el empleado o la empleada busquen evitar permanecer en un lugar donde existe violencia”, aseguró el fiscal a Noticiero 3. “Se multiplican las licencias médicas por enfermedades con el perjuicio que eso acarrea al ámbito público y la ciudadanía en general”, acotó.
Indicó que, teóricamente, la violencia puede ser “descendente”; es decir, desde un funcionario hacia un empleado o de un jefe jerarquizado hacia abajo. Después, también, otro fenómeno que se puede dar en materia de violencia laboral es el “horizontal”; que sucede entre pares, como funcionarios, jefes o compañeros. Luego ocurre la violencia “ascendente” que se manifiesta cuando un grupo de empleados empieza a realizar un hostigamiento para deteriorar psicológicamente a un jefe. “La práctica indica que la que más se reitera es la violencia descendente, aquella que ejerce un superior hacia sus subordinados”, confesó.
Por último, comentó que otros casos de violencia laboral que están apareciendo son aquellos motorizados desde un subordinado hacia un jefe intermedio. Concretamente se manifiesta cuando personal que fue compañero de otros durante años y resultó nombrado jefe de departamento, por ejemplo, con cierto poder de mando y la posibilidad de dar órdenes, genera cierta rebelión de sus compañeros. “Suele darse simplemente por venganza o celos por algún ascenso”.