Ingenieros contratados por el Estado provincial detectaron «vicios ocultos» en la estructura del polideportivo de Santa Rosa: la anterior empresa, Inarco, construyó deficientemente los pilotes, aunque -al menos hasta ahora- no hay hundimiento, dijeron fuentes conocedoras del caso a Diario Textual.
El Gobierno no lo comunicó, pero este diario pudo saber que los pilotes que sostienen al gigante carecen de un «bulbo». Se trata de una masa en forma de bulbo en la base que permite aumentar su superficie de apoyo y su refuerzo.
Megaestadio: construyeron mal los pilotes, pero aseguran que -todavía- no hay hundimiento
Este informe preliminar fue entregado por ingenieros supervisados por la Universidad Tecnológica Nacional de Bahía Blanca. Se espera aún el informe final, informó el Gobierno en un comunicado de prensa sin dar mayores precisiones.
Ahora el Ministerio de Obras Públicas tendrá que encargar nuevos estudios para definir una solución técnica y posteriormente realizar trabajos adicionales que refuercen la estructura actual de la fundación de la obra que, desde hace casi quince años, se construye en el Parque Don Tomás. Paralelamente se prepara para demandar a la constructora Inarco, quien estuvo hasta 2015 a cargo de los trabajos.
¿Cuándo se terminará el nuevo techo que ya había comenzado a colocar la constructora Cinter? Se descontaban que se iba a colocar este año, pero ahora desde el Gobierno dijeron que recién podrán finalizarlo a fines de 2020.
De esta manera se da por hecho que la constructora Cinter frenará el ritmo de sus trabajos en el polideportivo -que tendrá un costo de unos 20 millones de dólares, es decir, a valores actuales unos 900 millones de pesos-.
Otros datos: esos pilotes se terminaron de construir, a lo sumo, a fines de 2006. Es decir, el control de la obra estaba a cargo de la mayoría de las actuales autoridades de Obras Públicas.
¿Qué informó el Gobierno? «El análisis de la empresa contratada por el Gobierno provincial anticipó un informe preliminar, que ya está en manos del Ministerio de Obras y Servicios Públicos, y que concluye que se detectaron vicios ocultos en la obra estructural ya emplazada que construyera la empresa Inarco. Estas evaluaciones se hicieron en el marco del contrato de obra Fabricación y montaje de techo Estadio Polideportivo, sobre la estructura de hormigón existente, y los ensayos y determinaciones estuvieron bajo la supervisión y el respaldo de la UTN (Universidad Tecnológica Nacional de Bahía Blanca)», dijo. «Este trabajo diagnóstico tuvo por finalidad evaluar en detalle cada aspecto estructural de la obra para que esta cuente con las garantías necesarias que permitan la máxima explotación de su funcionalidad. Esto implica la ejecución de estudios para definir una solución técnica, con trabajos adicionales que refuercen la estructura actual de fundación, y que aseguren el correcto acabado de la obra en marcha. La verificación estructural es una obligación contractual contemplada en su ejecución».
«Los estudios y trabajos adicionales para reforzar la estructura actual fueron solicitados por el Ministerio al momento de la contratación de una consultora externa. Con la consolidación de un diagnóstico valorativo con todos los detalles de seguridad necesarios, esta obra se convertirá en un recurso multifuncional para toda la Provincia, tal como fue proyectada. Cuando se reciba el informe definitivo de la empresa contratada para el diagnóstico, con la certificación efectiva de los vicios ocultos, la Provincia impondría una demanda judicial contra la empresa constructora», anticipó.
Esta obra se diseñó y se comenzó a construir en la primera gestión de Carlos Verna. La licitación la ganó en ese momento la constructora Inarco por 29.889.995 millones de pesos. El polideportivo, conocido popularmente como Megaestadio, debió haberse terminado en 2007, para los Juegos de la Araucanía, pero un fallo en el cálculo del techo impidió su finalización.
El caso está judicializado. La empresa Inarco fue apartada en 2015 e inició una demanda contenciosa administrativa: dijo que la principal culpa por no haberse terminado de colocar el techo fue del Gobierno. Sostuvo que los errores de cálculo en la cubierta fueron inducidos por la Provincia que no proveyó un proyecto ejecutivo para hacer los trabajos.
En 2017, en tanto, el Gobierno llamó a una nueva licitación. Se presentó una sola empresa, Cinter, a la que le adjudicaron los trabajos por 243 millones de pesos a valores de mayo de 2018. El techo ya no será a cuatro aguas. Ahora será parabólico, según el diseño que aportó la firma santafesina.