Este jueves se conmemoran 25 años del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que dejó 85 muertos y más de 300 heridos, en un ataque que aún permanece impune.
El atentado sucedió el lunes 18 de julio de 1994 a las 9.53. Ese día y a esa hora la sede de la AMIA en la calle Pauster 633, en pleno corazón de Once, fue demolida por una explosion que sacudió el barrio con una onda expansiva que afectó a más de mil viviendas en seis cuadras a la redonda.
El recuerdo del atentado que había sufrido la embajada de Israel, en marzo de 1992, aún estaba fresco en la memoria de los argentinos, que volvían a revivir con el ataque a la AMIA escenas de dolor, destrucción y muerte.
El ataque todavía espera un culpable. En el camino, un juez fue destituído, varios sospechosos fueron encarcelados y liberados, los indicios apuntaron a ciudadanos de origen árabe y a funcionarios del gobierno iraní. Sin embargo, los familiares de los 85 muertos y los más de 300 heridos aún siguen sin encontrar respuestas.
Para recordar el trágico suceso a las 9.53 en todo el país sonarán sirenas, campanas de iglesias y timbres en espacios públicos, dependencias oficiales y escuelas.