El índice de pobreza tuvo un impresionante salto en el conglomerado Santa Rosa – Toay: según informó este lunes el Indec, pasó del 26,3 por ciento del primer trimestre del 2018 al 36,2% del primer trimestre de 2019. El índice de indigencia, por su parte, pasó del 5,4% al 9,3% de la población.
Actualmente, siempre según el organismo oficial, hay 45 mil santarroseños y toayenses en la pobreza y 11.773 en la indigencia.
Los que se encuentran por debajo de la línea de la pobreza tienen ingresos que no son suficientes para satisfacer las necesidades básicas, alimentarias y no alimentarias. A su vez, quienes se encuentran por debajo de la línea de indigencia directamente ya no tienen ingresos para cubrir el costo de una canasta alimentaria.
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Así, definitivamente, la promesa de “pobreza cero” que anunció Mauricio Macri al asumir la presidencia quedó enterrada. Hoy el Indec informó que, en todo el país, el primer semestre de 2019 el número de personas por debajo de la línea de pobreza creció al 35,4%, frente al 27,3% del mismo período de 2018. La cifra representa unos 15,9 millones de personas en todo el país —cerca de 3,8 millones más que el año anterior— cuyos ingresos no alcanzan para cubrir los servicios básicos.
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Proyectados estos porcentajes a la población urbana nacional, el número de pobres pasó de 11.150.000 a 14.400.000: son 3.250.000 nuevos pobres en tan sólo 12 meses. Si se incluye la población rural, el número de pobres se eleva a 15.800.000 personas.
En tanto también hubo un salto de la indigencia del 4,9%, un año atrás, al 7,7% en la medición actual. Son 3,1 millón de indigentes: 1.100.000 de nuevos indigentes.
Este fuerte incremento de la indigencia y de la pobreza se explica por el deterioro de las condiciones de vida de la población como consecuencia de varios factores: caída del salario real, deterioro de las jubilaciones y demás prestaciones sociales, pérdida de empleos, crecimiento del cuentapropismo y de los empleos informales en un contexto de retracción de la actividad económica, retroceso del consumo y de la inversión y caída de poder adquisitivo de la población frente al aumento de la inflación.