Los seis candidatos a presidente debatieron por segunda vez, en el último encuentro antes de las elecciones del 27 de octubre. Esta vez los temas fueron seguridad; empleo, producción e infraestructura; federealismo, calidad institucional y rol del Estado y desarrollo social y ambiente.
El presidente Mauricio Macri fue el encargado de abrir la discusión. Y lo hizo con un saludo y un mensaje autorreferencial. «Feliz día», dijo al abrir. «Siempre he sido coherente. No cambio. Sé que hay muchos que están enojados. Pero viene una etapa distinta. Espero que aprovechemos», dijo para abrir.
Nicolás del Caño habló en segundo lugar y usó sus segundos para cuestionar el formato del debate. Luego, habló de la situación de Chile.
Roberto Lavagna también hizo referencia al debate anterior. «Cada 15 años tenemos una crisis, dije en el anterior debate. Los pueblos no tienen una paciencia infinita y la muestra está en Chile», dijo.
José Luis Espert fue más duro. «Esto es como un virus que está comiendo las raíces de la Argentina. Yo voy a desenmascarar este sistema», dijo
Alberto Fernández dijo que juega de local. «Aquí aprendemos sobre el estado de Derecho. Le dedicaron mucho tiempo a mi índice, que marca errores. Sería bueno que nos dedicáramos a otros índices, como el de desocupación y pobreza», aseguró.
Gómez Centurión fue directo. «No vengo a ser políticamente correcto», dijo.
El primer cruce fuerte estuvo entre Mauricio Macri y Alberto Fernández. El presidente cuestionó al kirchnerismo. «Nosotros somos distintos. Ellos permitieron el ingreso de efedrina, nosotros combatimos el narcotráfico», dijo. Alberto Fernández le contestó. «Sí, somos muy distintos presidente», ironizó.
Seguridad
El primer tema de debate fue la seguridad. Nicolás del Caño fue el encargado de abrir el tema y lo hizo cuestionado al Gobierno por permitir el «gatillo fácil». «Hay que terminar con la desigualdad», dijo. «Hay que hablar del gran delito. La trata, el entramado que hay detrás. Muchas de las cúpulas policiales, la política y la justicia están detrás. Hay que hacer una comisión independiente para investigar», aseguró.
«Ni el gatillo facil, la mano dura, o la fascinación por las armas. Pero tampoco la mano flácida, fofa para defender a nuestras familia», dijo para abrir Roberto Lavagna. Luego de una pausa que incomodó. Lavagna siguió con algunas dudas. E hizo foco en los delitos contra las mujeres.
Espert apuntó a que la inseguridad es un mal general. «El problema es tan grosero que se puede empezar con algo muy grueso. ¿La política está del lado de los delincuentes o no?», dijo. Y nombró a Raúl Zafaroni como eje de los cuestionamientos, señalando a Alberto Fernández. «Vamos a bajar la edad de inimputabilidad. Delitos de adultos, penas de adultos», aseguró.
Alberto Fernández volvió a hablar de su oficio. «Soy el único abogado. No esperen que le de soluciones fáciles. Nadie habla de las causas. La realidad es que el problema está relacionado con la desigualdad. Argentina ha generado una gran desigualdad», aseguró. «Proponemos crear el consejo de seguridad. Al que delinque, tiene que tener una sanción», dijo. «Ocupémonos de tener una política que ponga límite al delito», propuso.
Gómez Centurión apuntó al narcotráfico como principal problema. Y a la necesidad de radarizar a todo el país. «A esta guerra hay que ganarla caiga quien caiga», exclamó.
Mauricio Macri fue el último en hablar sobre seguridad. El presidente apuntó al kirchnerismo. «Ellos descuidan las fronteras. Nosotros somos diferentes. Cuando Alberto Fernández fue jefe de gabinete se importaban 20 mil kilos de efedrina que se usó para producir drogas. Así son ellos y no van a cambiar. Nosotros somos distintos. Combatimos las mafias y lo vamos a seguir haciendo», apuntó Macri. «El kirchnerismo quiso encubrir el atentado de la AMIA», cuestionó.
Fernández le contestó. «No nos parecemos en nada presidente, por suerte», aseguró. «Vamos a atacar el tema en serio, con menos márketing», dijo.
El presidente también usó los segundos libres para recargar su cuestionamiento hacia el gobierno anterior. «El kirchnerismo permitió el gatillo fácil para los delincuentes», agregó, y se refirió a lo ocurrido con el policía Chocobar.
El único dato extra pelea entre ellos lo aportó Nicolás del Caño, que propuso la legalización de la marihuana como política de seguridad.
Economía: la «corrupción k» contra la «pobreza de Macri»
En el eje de producción, volvió a ser la situación de crisis el eje de discusión.
Lavagna dio nuevamente su diagnóstico sobre los 8 años de estancamiento y la necesidad de potenciar el consumo para crecer al 4% anual.
Espert también repitió el discurso de la semana pasada contra los gremios y las leyes laborales y cambiar los contratos. «Vamos a eliminar los aportes patronales», dijo.
Fernández dijo que «Argentina tiene la tasa de empleo más alta de 13 años» del país. Según él, Macri generó esa situación. «Para que el trabajo vuelva vamos a poner en marcha a las Pymes. Los dadores de trabajo son esas. En los tiempos de Macri se cerraron 43 por día. Lo primero que vamos a hacer es que dejen de pagar tarifas dolarizadas, que solo han beneficiado a los amigos del presidente», cuestionó.
Macri repitió el esquema de «ellos y nosotros». «Pasada la elección Argentina va a volver a crecer. Hemos creado muchos empleos, pero informales», aseguró. «En la obra pública había una matriz de corrupción. No lo digo yo, lo dice la justicia. También Lavagna que renunció por la corrupción. Alberto Fernández se quedó tres años más. Por el precio de una autopista en el kirchnerismo, nosotros hacemos dos», apuntó Macri. Luego, hizo mención a la crisis energética que el Gobierno heredó y el cambio que hubo.
Fernández tomó esa posta para contraatacar. «Usted lo que hizo fue llenar los bolsillos de sus amigos presidente. Se pregunta cómo no vi la corrupción de la obra pública. Usted no vio en el clan Macri no vio la corrupción. No vio lo que pasaba en su familia…después nos contó cuando su padre murió que él era el responsable», dijo con dureza.
Macri le respondió a su turno que fue un golpe bajo. «Es de mal gusto citar a una persona que no está en este mundo y no se puede defender», dijo respecto a la mención de su padre. «Pero es difícil esconder los contratos de Báez, los bolsos de López. Usted no vio nada. Es imposible de creer», remarcó.
Espert se metió en esa pelea. Y le preguntó a Fernández si él no había visto nada. El candidato del Frente de Todos le respondió. «Cuando vi algo me fui a mi casa. No me corra por ese lado. Nunca un juez me citó para dar explicaciones. No es la suerte del presidente, que cuando deje el cargo lo esperan más de 100 causas», respondió.
Federalismo
Federalismo y calidad institucional fue el eje del segundo eje. Espert habló de finanzas en ese tema y en particular sobre coparticipación. «Se financian feudos», dijo. En ese sentido, propuso eliminar la coparticipación. «Sé que es una propuesta que cambia mucho lo que ocurre. Pero Argentina es un país enfermo. Sin esto la decadencia no va a parar.
Alberto Fernández dijo que Argentina no es un país federal. «Las provincias mendigan. Tenemos que hacer un esfuerzo para hacer un país federal. Así como el federalismo se ha deteriorado, también la calidad institucional. El Presidente designó jueces por Decreto», empezó Fernández. El candidato titubeó un poco al intentar citar una frase de Macri. Y finalmente apuntó nuevamente contra el Presidente. «La corrupción es un gran problema y tenemos que terminar con los empresarios que llegan al Gobierno y hacen negocios con sus empresas», dijo.
Mauricio Macri tomó el guante. «Ahora el kirchnerismo habla de federalismo después de prepotear a propios y ajenos con látigo y chequera. Yo trabajé codo a codo con todos los gobernadores. Trabajamos juntos. Creo que el futuro pasa por el desarrollo federal», dijo. «Quieren la libertad del prensa, pero fantasean con una CONADEP del periodismo y dicen que los presos por corrupción son presos políticos. No somos iguales. Nosotros creemos en la República. Son tantas las diferencias, que no aceptan que Maduro es un dictador», acusó Macri.
Roberto Lavagna cambió el eje y habló del conurbano bonaerense y los grandes centros urbanos y la necesidad de un replanteo territorial del país. «Esto está hundiendo a las economías regionales», graficó. «El replanteo territorial es por donde pasa el verdadero federalismo», aseguró.
Los candidatos tuvieron luego 30 segundos para intercambios y respuestas.
Nicolás del Caño hizo referencia al «tiempismo» de la justicia y propuso elección de jueces por voto.
Lavagna aprovechó su tiempo para proponer una nueva ley de coparticipación.
Alberto Fernández usó los 30 segundos para responderle a Macri sus cuestionamientos sobre la libertad de expresión. «El presidente está preocupado por cómo le irá a la prensa conmigo. Y fui a los principales opositores para ser entrevistado. La prensa corre peligro con Macri, no conmigo», aseguró
Macri también le respondió y acusó a Fernéndez de haber sido uno de los responsables de anular las estadísticas del INDEC.
Las peleas entre Fernández y Macri coparon el debate. Y José Luis Espert los corrió con humor. «Tan diferentes no son porque han tomado las mismas medidas, como el cepo. Dense un abrazo», ironizó.
«El kirchnerismo y Alberto Fernández son lo mismo. Por primera vez dijo una verdad», dijo Macri a su turno. Siempre con la lógica de los cruces verbales entre ambos. «Ellos quieren decir que todos somos iguales y no es así», siguió. Antes, Fernández había cuestionado al Presidente y nombró a los familiares que son investigados.
Ambiente y pobreza
En el último eje de discusión, el candidato del Frente de Todos volvió a apuntar contra el Gobierno y tomó a la pobreza como eje. «Vamos a ocuparnos de que el hambre se termine y de cuidar el ambiente. Vamos a pedirle a la minería que se desarrolle de manera sostenible», prometió.
Macri volvió a retrucar. «Es indignante escucharlos hablar de pobreza, no les creo nada. La única idea que tuvieron fue ocultarla. Siempre han usado a la pobreza. Siempre han hecho clientelismo. En La Matanza nunca hicieron una obra. Logramos bajar la pobreza a la más baja de los últimos años. Lamentablemente la crisis volvió atrás lo que habíamos logrado», dijo Macri. «No quiero que sigan usando a los pobres», agregó.