El joven que denunció penalmente de haber sido violado hace poco más de una década por el cura Hugo Pernini, quien reside en Santa Rosa, dijo que conoce que hay “más de 10 casos más” de abusos sexuales. “Los conozco con nombre y apellido. Yo conozco más de 10, pero debe haber muchos más. De acá de Santa Rosa e integrantes de esa Iglesia (Nuestra Señora de Luján)”, dijo Alberto -nombre ficticio, porque ha pedido mantener por el momento su identidad en reserva- en diálogo con Radio Textual (FM Sonar).
-¿Has hablado con los otros chicos abusados?
-La verdad que no. Porque hay una persona que no quiere, otro que sigue en el círculo y que no hablará… Es muy difícil hablar con ellos si no quieren.
-¿Todos que habrían sido abusados por Pernini?
-Por este Pernini.
El sacerdote fue acusado de haber abusado sexualmente entre los 16 y los 18 años a este joven santarroseño. Lo hacía en la casa ubicada en la parroquia de la calle Leguizamón y Lope de Vega. Hace dos años, cuando su madre se enteró y alertó de la situación al obispo Raúl Martín, lo trasladaron a otra iglesia santarroseña. Y hace unos días, luego de hacer la denuncia penal, directamente lo desafectaron de la tarea pastoral en la provincia.
Alberto dijo que le costó mucho tiempo hablar. “Fue luego de un proceso largo, que nos lleva muchos años a las víctimas. Por algo se dice que el abuso sexual es el delito más impune del mundo. Es que es un delito de índole privado. No es un robo, no es un hurto, involucra mucha vergüenza y mucha culpa. Entonces es un proceso interno que la persona no lo puede hablar por años. La primera vez que lo pude hablar, en palabras, pasaron cuatro años. Y luego siete años más. Primero me motivaron las ultimas denuncias públicas que se dieron a nivel nacional, además del caso Padilla (en Intendente Alvear) y de otro salesiano que fue acusado de abusar sexualmente de una persona con discapacidad (en Victorica). Tres casos en un mismo año, en una misma diósesis que es muy pequeña. Si hay tres casos, es que hay muchos más», sostuvo.
Dijo sentir «miedo» por el poder de la Iglesia. Sin embargo, sostuvo que se siente acompañado y contenido por las autoridades judiciales.