El cura Hugo Pernini fue acusado este viernes de haber violado en reiteradas oportunidades a un adolescente, en Santa Rosa, hace poco más de una década.
El fiscal de Delitos que Impliquen Violencia Familiar y de Género, Walter Antonio Martos, y el fiscal de Delitos contra las Personas, Oscar Cazenave, calificaron el accionar de Pernini como autor del delito de abuso sexual simple gravemente ultrajante y con acceso carnal por haber mediado amenazas y abuso en una relación de dependencia calificado por pertenecer, el autor del hecho, a un culto -sacerdote-, todos como delito continuado.
El sacerdote -que fue separado recientemente de su actividad pastoral por el Obispado de Santa Rosa- llegó a las 10.15 horas al Centro Judicial de Santa Rosa.
Primero fue a una indagatoria. Allí escuchó las imputaciones y no declaró. «No quiero declarar aún», dijo a Diario Textual, el único medio presente cuando ingresó, junto a su abogada Vanesa Ranocchia Ongaro.
Posteriormente, pasadas las 11.30 fue formalizado: los fiscales Oscar Cazenave y Walter Martos le comunicaron, frente a un juez, de qué delitos lo acusan. Allí dijo unas breves palabras. «Soy inocente de todo lo que se me acusa», aseguró.
Los fiscales solicitaron apertura de bienes informáticos, un examen mental obligatorio y la medida de prisión preventiva, la cual fue sustituida por prohibición de acercamiento y de salida del país, y presentarse de forma semanal en el Ministerio Público Fiscal.
Querella
Paula Arrigone actuó, en la audiencia de formalización, como querellante del denunciante. “Se hizo la audiencia y se puso en conocimiento del denunciado los hechos que se están investigando», dijo. «Se le impusieron una serie de medidas de restricción, de contacto con el denunciante, la prohibición también de acercarse al domicilio de él, la prohibición de poder salir de la provincia o del país sin autorización judicial. Todas medidas tendientes a que la investigación pueda continuar sin riesgo respecto de la investigación».
La funcionaria judicial confirmó que la acusación formal es un abuso sexual con acceso carnal, en forma reiterada. «Ahora habrá que empezar la etapa de recavar pruebas, pericia psicológicas y demás, aportar testigos, que los hay, y seguir la investigación hasta que se reúnan todas estas evidencias y que después llegue a la etapa de acusación”, dijo.
Arrigone, además, dijo que el cura se mantuvo en silencio en la indagatoria. «Pero en la audiencia -agregó- se declaró inocente, se declaró inocente de todo lo que se lo estaba acusando”.
¿Cómo está el denunciante? “Está con una afectación importante. Sí está tratando de ver la manera de encontrar en la denuncia y en la investigación fiscal y a través de la justicia, alguna posibilidad de reparación de lo que le ha ocurrido a él. En el día de la fecha de hecho no está presente porque hay un informe de un psicólogo que aconsejó que no era bueno que estuviera presente en esta audiencia por las consecuencias que podría acarrearle psicológicamente”.
El testimonio del denunciante
El sacerdote fue acusado por un joven que hoy tiene 29 años. Este dijo que fue violado cuando tenía entre 16 y 18 años de edad en la casa contigua que ocupaba el sacerdote en la Iglesia de Luján, en la calle Lope de Vega.
Alberto -nombre ficticio, porque ha pedido por el momento mantener en reserva su identidad- hace unos días hizo una denuncia penal que generó un tembladeral en el Obispado. Su denuncia se sumó a las acusaciones a un cura de Victorica -que ya fue condenado a 5 años de cárcel- y a otro de Intendente Alvear.
El joven santarroseño contó que había ingresado al Grupo Espíritu Santo de la Iglesia de Luján. “Yo venía de una familia de católicos, iba al colegio secundario y mi mamá me sugirió que me sumara a ese grupo”, dijo a Diario Textual.
“Con el tiempo, me di cuenta de quién era el padre Hugo. Enseguida, me fichó como la próxima víctima o, en realidad, presa. Porque es un depredador sexual”, dijo. “Todo hombre, adolescente o niño que había ido a la Iglesia de Luján, sabía. Nenes diciendo a las madres que no los lleven a la iglesia porque el padre Hugo los subía a su casa. Era vox populi de toda la comunidad que iba a la iglesia. Ha cometido muchos abusos y la gente de Santa Rosa lo sabe, pero no lo quiere denunciar. Así tuvo 30 años de impunidad”.
El denunciante dice que el cura Pernini «es un depredador sexual» y que Poli no lo ayudó