Hoy, en el Hospital Molas, se reunieron funcionarios, médicos y técnicos para analizar la evolución y coordinar la contención de Nadia Lucero, la joven a la que intentaron asesinar hace casi un mes en Santa Rosa.
Se reunieron directores del Hospital Molas; funcionarios de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia y la Dirección de Género y Diversidad de Santa Rosa; integrantes de la Dirección de Prevención y Asistencia de Violencia Familiar del Ministerio de Desarrollo Social; y médicos y técnicos del Servicio de Clínica Médica, del Servicio de Rehabilitación, del Servicio Social y del Departamento de Enfermería del Molas.
«El motivo fue evaluar en forma integral el avance de la evolución de la paciente y establecer estrategias de trabajo conjunto para acompañar una nueva etapa de rehabilitación y contención para una futura externación. Momentáneamente no está dentro de las posibilidades», dijeron en un comunicado.
Es importante aclarar que, desde el día 6 de enero, está disponible la silla postural, pero aún no tiene indicación médica de uso.
La paciente fue internada el 15 de diciembre de 2019 por politraumatismos graves. «Al momento, presenta controles de laboratorio y signos vitales dentro de parámetros normales», se comunicó.
Ayer se generó una situación que alarmó a los familiares de Nadia: Laureano González, el agresor, fue visto en el Molas. En rigor, estuvo unas horas porque debía ser medicado por un trastorno de sueño. Poco después, fue regresado a su lugar de detención.
El agresor de Nadia «se hace pasar por loco» y «se pasea» por el Hospital Molas