El presidente Alberto Fernández buscará impulsar en simultáneo la legalización del aborto en centros públicos de salud y el «Plan de los 1000 días», para asistir a madres vulneables desde el embarazo hasta los 2 años del niño, con el objetivo de que el Congreso las trate en conjunto.
Los proyectos están siendo elaborados en distintas áreas del Poder Ejecutivo, bajo la coordinación de la secretaría Legal y Técnica que conduce Vilma Ibarra.
Para el proyecto integral sobre aborto -que va más allá de la despenalización y avanza hacia la legalización- están trabajando en conjunto los Ministerios de Salud, de Ginés González García, y de las Mujeres, encabezado por Elizabeth Gómez Alcorta, mientras que del de asistencia a las embarazadas se está ocupando la cartera de Desarrollo Social, que encabeza Daniel Arroyo.
Ambos proyectos serán parte central del discurso que el Presidente pronunciará el 1 de marzo ante la Asamblea Legislativa, cuando se inauguren las sesiones ordinarias del Congreso nacional, que marcará los lineamientos de gestión de Fernández, y cuyo contenido está siendo coordinado por Camilo Vaca Narvaja, funcionario de la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de articular con los equipos técnicos de cada cartera.
La decisión del gobierno de impulsar ambas iniciativas se conoció esta semana desde París, última escala del periplo europeo de Fernández por Europa, y se superpuso con una convocatoria de la cúpula de la Iglesia a una misa en Luján para el 8 de marzo, en la que ratificará su posición contra el aborto y se pedirá «por la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural».
Lejos de un supuesto estupor de la Iglesia por la instalación de tema, la estrategia de las dos leyes ya había sido adelantada por el gobierno argentino a la Iglesia tanto en la reunión de diciembre entre Fernández y la cúpula eclesiástica, como en las recientes reuniones en El Vaticano, tanto con el papa Francisco como con el secretario de Estado, Pietro Parolin.
Desde el Ministerio de las Mujeres, Gómez Alcorta dijo que el anuncio del Gobierno de que enviará un proyecto para legalizar el aborto «no puede sorprender a ningún argentino y a ninguna argentina», porque el tema estuvo en la campaña proselitista, y reivindicó que se trabaje «de modo interdisciplinario» en la iniciativa.
En tanto, el «Plan de los 1000 días» tiene como objetivo garantizar la alimentación de la madre desde el embarazo hasta que su hijo tenga dos años.
«Si la mujer quiere tener el hijo, la falta de recursos no será una excusa. El Estado le garantizará una adecuada alimentación», subrayaron las fuentes oficiales sobre el plan que se inspira en uno similar que funciona en Francia, que consiste en que el Estado garantiza a la madre su alimentación y suplementos necesarios durante el embarazo, y luego monitorea al progenitor hasta los dos años.