El ministro de Economía, Martín Guzmán, se presentó esta tarde en el Congreso de la Nación para explicar su estrategia de resolución de la crisis de deuda, donde además dio a conocer cuáles son los tres pilares que para el deben apuntalar a la economía del país y reconoció que el peso no es una moneda confiable.
Hizo hincapié en el aumento de la pobreza, principalmente entre los chicos donde supera el 50%. Eso habla, dijo el ministro, de un país que le está socavando el futuro a su propio pueblo. Y luego hizo un repaso del descalabro que sufrieron casi todas las variables económicas durante el gobierno de Mauricio Macri.
“Hoy la Argentina vive una profunda crisis económica y social. De no resolverse la carga insostenible de la deuda, profundizaría el descalabro macroeconómico del país. En los últimos dos años, 465.000 argentinos han caído en situación indigencia. La pobreza aumentó del 2017 del 28,6% al 35,4% y sigue escalando”, dijo Guzmán.
Según el ministro, la única forma de que la Argentina ponga fin a su recesión y comience a responder a los vencimientos de deuda es que ese pasivo se reestructurado. Esto bajaría la incertidumbre y aumentaría el gasto y la inversión del sector privado, con impacto positivo en la actividad, el comercio exterior y la demanda de empleo.
“Es una condición absolutamente necesaria para romper una dinámica de recesión que se profundiza, sacarse de encima esa carga de deuda que no se puede pagar”, dijo. El funcionario aseguró que hay evidencia empírica, por historia de otros países, que demuestra que sus afirmaciones tienen sentido.
Propuso apuntar a una estructura distinta de la economía argentina a la actual, con una mayor diversificación, que permita satisfacer las condiciones de la inclusión social y del dinamismo económico. Porque no alcanza con redistribuir lo que hay, la torta tiene que crecer. Y tercer, la estabilidad: la consistencia macroeconómica, las cuentas en orden.
Guzmán dijo que hay que atender distintos frentes: el externo y fiscal. “Necesitamos tener una moneda propia que sea confiable. El peso, está claro y no tenemos ni siquiera que discutirlo, no es una moneda confiable. Es una moneda excesivamente y extremadamente volátil, de las más volátiles el mundo”.