El Gobierno nacional, al cumplirse ocho días de aislamiento obligatorio en todo el país, estudia por estas horas el resultado inicial de la medida y se prepara para anunciar el alargue de la cuarentena hasta después de Semana Santa.
Con la preocupación del impacto económico que tendrá un aislamiento prolongado a cuestas, el presidente Alberto Fernández mantiene por el momento la mirada puesta en priorizar la cuestión sanitaria.
Por esa razón, se apura el decreto que extenderá el aislamiento preventivo y obligatorio que se había dispuesto en principio hasta el 31 de marzo. La nueva fecha clave será el lunes 13 de abril, después del domingo de Pascuas.
Sin embargo, nadie en Casa Rosada se anima a arriesgar que esa fecha sea la definitiva, ya que el aislamiento podría seguir más allá de la primera quincena de abril, aunque es una decisión que se tomará más adelante.
El presidente quiere analizar con el Ministerio de Salud y los expertos la evolución de la situación epidemiológica de la Argentina y conversar con gobernadores y sectores productivos antes de oficializar la prórroga del confinamiento general. Conseguir el consenso científico y político para avanzar con una medida que, día tras día, bate a duelo a la situación económica.
Las clases, en tanto, no tienen fecha de regreso y se hace cada vez más fuerte la posibilidad del adelantamiento de las vacaciones de invierno.
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