La Asociación de Docentes Universitarios de la Universidad Nacional de La Pampa le envió una nota al rector Oscar Alpa en la que expresa «algunas preocupaciones» por el dictado de clases virtuales por el aislamiento social impuesto para frenar el coronavirus.
Si bien el gremio reconoce que la pandemia nos hizo enfrentar de forma «drástica» a situaciones que no habían sido imaginadas y sin tiempo para reflexionar sobre las medidas necesarias para hacerles frente, «la salud de la población es y debe ser el objetivo prioritario de todas/os» y «garantizar el derecho a la educación superior debe seguir constituyendo un horizonte para la comunidad universitaria».
«Entendemos que en este escenario transformar nuestras prácticas docentes y virtualizar enteramente nuestra propuesta de enseñanza sin desatender el contexto de incertidumbre, preocupación y malestar provocado por la pandemia y el aislamiento requiere un debate de todos los integrantes de la comunidad educativa. En ese sentido expresamos algunas preocupaciones respecto de su implementación», sostuvo ADU.
«En primer lugar -planteó el gremio- las autoridades de la Unlpam indicaron que se inicie un acompañamiento virtual de los estudiantes. Sin embargo, fue a partir del 1º de abril que se anunció a los docentes y estudiantes que las actividades se enmarcarían en el cumplimiento efectivo del calendario académico».
«Observamos gran predisposición por parte de la docencia universitaria y preuniversitaria respecto a estas directivas, siempre con miras a garantizar la permanencia y aprendizajes de nuestros estudiantes. Predisposición que, no obstante, se inscribe en una diversidad de experiencias y trayectorias en relación con la bimodalidad, la modalidad a distancia y el uso de entornos virtuales», destacó.
«Todos nos pusimos manos a la obra, elaborando materiales, familiarizándonos y acompañando a nuestros estudiantes con el uso de diversas plataformas y herramientas para mantener encuentros, reuniones de cátedra, clases y consultas. Así fue como también caímos en cuenta del esfuerzo que ello implica y de las condiciones profundamente desiguales de nuestros/as estudiantes para acomodarse a la situación», advirtió ADU.
Desigualdad
En segundo lugar, puntualizó la comisión directiva del gremio de los docentes universitarios, se acordó que la situación de crisis derivada de la pandemia ameritó la adopción de un conjunto de medidas de carácter urgente. «Pero esas medidas se tomaron sin el debido debate. En respuesta a esto, consideramos que se debe pensar transversalmente la cuestión de cómo garantizar la igualdad entre facultades, cátedras, docentes y estudiantes».
Cuestionó que el gremio no fue convocado a la conformar el Comité de Crisis. «Consideramos que ADU debe integrar el Comité pues somos parte de la comunidad en tanto representantes de los trabajadores docentes», reclamó.
«Tal como lo manifestó nuestra Federación, Conaduh, es imperioso la conformación de las mesas paritarias locales en cada universidad, ya que la virtualidad no debe desentenderse del Convenio Colectivo de Trabajo», exigió.
«La adopción de modalidades virtuales debe ser de carácter excepcional y transitorio como soporte y preparación para la reanudación de las cursadas presenciales, una vez superadas las condiciones que obligan al aislamiento preventivo. En este sentido, solicitamos que la modalidad de cursada se clarifique y organice en la medida en que sea posible. Esto es, generar pautas comunes para el trabajo docente y establecer prioridades», indicó.
Calendario
El tercer punto que planteó ADU fue una «redefinición» del calendario académico: regularidad de las materias, regímenes de promoción sabiendo los requisitos que supone la presencialidad obligatoria conforme a los planes de estudio aprobados, la implementación de la evaluación y los regímenes de correlatividades.
«Se requiere contar con herramientas comunes porque la virtualidad no significa trasladar las clases presenciales al espacio virtual, implica poner en práctica otros mecanismos de enseñanza-aprendizaje. A todo esto, debemos sumar como variable central el contexto de aislamiento obligatorio. Esto último debe estar en el eje central para diagramar y organizar lo mejor posible la dinámica de clases», señaló.
Teletrabajo
«Como la mayoría de las/os docentes no estamos familiarizados con la lógica virtual, es necesario que se indiquen algunas pautas mínimas de organización. La pandemia instaló el teletrabajo, en particular de trabajadores que son población de riesgo y madres y padres con hijos en edad escolar. Nuestros hogares no están adecuados para el trabajo que se nos solicita. El trabajo en casa genera tensiones en las familias donde se elabora material, graban videos, dictan clases, mantienen consultas, reuniones con miembros de la/s cátedra/s, se hacen devoluciones de los trabajos de las/os estudiantes y además las madres y padres de niños/as tienen que contribuir con su escolaridad», dijo ADU.
Sin recursos tecnológicos
Por último, ADU planteó que «se está aumentando el grado de desigualdad respecto al aprendizaje y a sus posibilidades de permanencia. Las razones de esto se vinculan con que buena parte de los estudiantes no cuentan con los recursos tecnológicos y el acceso a conectividad, así como por el hecho de no estar alfabetizados digital y académicamente y no poder aún gestionar con autonomía su aprendizaje. No escapa de este análisis los problemas de conectividad provocado por el uso intenso que le está dando la población que afecta en general a los servidores de internet y en particular a las plataformas de las distintas unidades académicas».
Pedidos al rector
Por los planteos expuestos, el gremio de los docentes universitarios le solicitó al rector: que la ADU se integre al Comité de Crisis de la UNLPam; que las materias que se dicten de manera virtual tengan un mínimo protocolo de acreditación acordado por las facultades, los docentes y sus representantes gremiales diferenciado para los estudiantes que cursen bajo
esta modalidad, es decir, que se anulen las correlatividades en algunos casos y que se reelaboren las exigencias de asistencia y aprobación de manera excepcional. Y que esto sea solo por el tiempo que considere el Gobierno Nacional y se pueda volver al sistema de presencialidad; el inmediato llamado a la mesa paritaria de orden local para compatibilizar la actual situación con el Convenio Colectivo; y que la UNLPam releve los medios con los que se cuenta efectivamente para realizar la actividad de virtualización.