Facundo Zaeta (19), uno de los detenidos por el crimen de Fabián Gutiérrez, declaró ante el juez Carlos Narvarte y reconstruyó las últimas horas del ex secretario privado de Cristina Fernández de Kirchner.
La declaración testimonial fue previa a su arresto como imputado en la investigación. Su relato llevó al allanamiento de la cabaña donde finalmente se encontró el cuerpo sin vida de Gutiérrez, a quien se lo buscaba desde el jueves a la noche.
El joven de 19 años sostuvo que tenían una relación con «derecho a roce» con Gutiérrez. «Nos estábamos conociendo», dijo.
En la sede de la comisaría de El Calafate, el joven contó qué pasó la noche del jueves. Aseguró que estaba en su casa cuando, a las 19.30 horas, Fabián Gutiérrez lo buscó en su camioneta Amarok.
De acuerdo al relato del joven, ambos se dirigieron a un mercado local para después ir a la propiedad del exsecretario de los Kirchner, ubicada sobre la avenida Libertador de la villa turística.
Zaeta no conocía aquella vivienda. Fabián Gutiérrez la tenía en alquiler y hacía poco tiempo que había vuelto a habitar aquel inmueble. «Me dio un recorrido por el interior y tomamos un champagne», contó el joven. Fue entonces cuando el exsecretario recibió una llamada telefónica. «Era un tal Marcelo que le pedía unos dólares», agregó.
El encuentro habría concluido cerca de las 22.30. «(Fabián) me regresó a mi domicilio donde me junté con unos amigos de nombre Facundo Gómez y Pedro Monzón hasta la una de la madrugada aproximadamente», dijo.
Estas últimas dos personas se encuentran detenidas por orden del juez Narvarte y se busca determinar si estuvieron implicados o no en el homicidio.
La cabaña a la que el joven de 19 años sostuvo que Gutiérrez lo llevó es la que este sábado por la mañana se allanó por orden del juez Narvarte y donde finalmente fue hallado el cuerpo del exsecretario enterrado en el patio del lugar.
El juez aseguró que, por el traslado del cuerpo, habría participado «más de una persona». Además, señaló que Gutiérrez tenía «un golpe en el ojo, un golpe fuerte en la cabeza y un corte en el cuello«, y descartó el uso de armas de fuego.
La primera hipótesis sostiene que el exsecretario fue asesinado en su casa donde encontraron manchas de sangre, la camioneta con un espejo roto y una campera con rastros de sangre. Después, en la caja de la misma camioneta Amarok, habrían trasladado el cuerpo para intentar ocultarlo.
Al momento de referirse a la relación que mantenía con Gutiérrez, Zaeta remarcó que el exsecretario lo trató «muy bien» y contó que tenían una amistad con “derecho a roce”, pero «nos estábamos conociendo y él estaba recién terminando una relación de pareja».
La policía de Santa Cruz constató que en la vivienda de Gutiérrez habían robado bebidas, habanos, un televisor de 50 pulgadas y un equipo de música.
El exsecretario privado de los Kirchner había regresado hace pocas semanas al país en un vuelo de repatriados y cumplía la cuarentena en su vivienda de El Calafate.
Zaeta es nieto de Oscar Zaeta, un conocido escribano de la localidad santacruceña que incluso escrituró varias de las operaciones inmobiliarias en las que estuvo involucrada la familia Kirchner.
La principal hipótesis que manejan los investigadores es que al exsecretario K lo secuestraron para obtener un rédito económico y luego lo mataron. Al parecer, lo golpearon brutalmente para obtener información y, como no lograron lo que pretendían, “le habrían cortado el cuello”.