Dos sicarios mataron en la tarde del martes al exconcejal y pastor evangélico Eduardo Trasante, quien reclamó Justicia durante años por los homicidios de sus dos hijos, Jeremías y Jairo, asesinados en 2012 y 2014.
El crimen del exedil de Ciudad Futura, quien renunció a su banca en diciembre de 2018 a causa de una denuncia por acoso sexual, generó conmoción en Rosario, una ciudad en la que recrudecieron los homicidios tras la flexibilización de la cuarentena, informó La Nación.
En lo que va del año se cometieron 107 asesinatos en esta ciudad. Según las cifras del Observatorio de Seguridad Pública, el primer semestre del año había finalizado con 95 asesinatos, una cifra mayor que es mayor a la registrada en 2019, aunque a la vez es menor a la notificada en 2018.
A las 15.15, dos hombres golpearon la puerta de la casa del pastor. Se ubicaron en un pasillo largo que se extiende casi hasta el centro de manzana. Uno de los hombres dijo que venían de parte de Tati, una de las hijas de su esposa. Cuando la mujer abrió la puerta, los sicarios la apartaron y entraron. «Buscamos a Edu. ¿Dónde está?», gritaron. El exconcejal estaba en una planta alta de la casa. Al bajar, Trasante recibió un disparo de 9mm en la mano y otro mortal en la cabeza. El pastor cayó y los asesinos se fueron mientras la pareja de Trasante gritaba por la desesperación. Dos hijas de la mujer estaban en la planta alta con dos amigas.
De acuerdo al relevamiento que hicieron los investigadores de 13 cámaras de seguridad, los dos sicarios salieron del pasillo y luego caminaron hacia la avenida Uriburu, donde se presume que los esperaba un automóvil. Luego desaparecieron.
Hasta ahora la fiscalía de Rosario no tiene una hipótesis definida sobre el crimen. El análisis de las cámaras de seguridad podría aportar algún indicio para identificar a los sicarios. Solo dos cámaras registraron a los asesinos y sus caras no pudieron distinguirse con nitidez. Se sospecha que los atacantes no viven en Rosario.
A los pocos minutos del crimen de Trasante, familiares y amigos se juntaron en la puerta de la casa, ubicada en San Nicolás al 3600. La madre de la víctima lloraba desconsolada en la vereda. Esa mujer también sufrió por el crimen de dos de sus nietos, Jeremías y Jairo, cuyos asesinatos habían llevado a Trasante a involucrarse en política y alcanzar una banca de concejal en 2017.
Trasante era padre de Jeremías, asesinado el 1º de enero de 2012, junto con Claudio «Mono» Suárez, de 20, y Adrián «Patom» Rodríguez, quienes fueron acribillados por un grupo narco, que había desembarcado en Villa Moreno para vengar el ataque de una banda contraria. Los tres muchachos que fueron alcanzados por las balas eran ajenos a esos enfrentamientos territoriales. Los asesinos recibieron condenas de hasta 33 años de prisión.
Dos años después, el3 de febrero de 2014, murió Jairo, otro hijo del exconcejal. Fue asesinado de un balazo en pleno centro de Rosario, cuando circulaba en una moto conducida por un amigo. Los dos habían salido del boliche Chiringo, donde discutieron con un grupo de adolescentes. A tres cuadras de ese local bailable, desde una camioneta dispararon contra Jairo.