El futbolista pampeano Emanuel Morales atraviesa un difícil momento: hace dos años le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa que progresivamente va paralizando los músculos y lleva a la muerte. «Algunos días mi mujer me tiene que ayudar a lavarme los dientes y a cambiarme», reveló. Reclama que su club, Huracán, le pague el sueldo.
Morales nació en General Pico. Inició su carrera profesional en la CAI de Comodoro Rivadavia. Allí jugó cinco años hasta que pasó a Chacarita Juniors, luego pasó a Quilmes y posteriormente llegó a Huracán.
En el medio tuvo un breve paso por Los Andes, a préstamo, pero debió regresar al «Globo» ya que a mediados de 2017 tuvo los primeros síntomas de la enfermedad que, finalmente, le diagnosticaron en marzo de 2018.
El pampeano, de 33 años, entrevistado por Fox Sports, contó que lucha contra una enfermedad degenerativa que no tiene cura y tiene un pronóstico de vida de «entre 3 y 5 años».
«Soy el único caso de un futbolista argentino con esta enfermedad», afirmó Morales. «Algunos días mi mujer me tiene que ayudar a lavarme los dientes y a cambiarme», reveló.
Debido a su enfermedad, no pudo jugar más al fútbol. Hasta ahora solo recibió apoyo de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA). Debería cobrar un sueldo de Huracán, ya que fue diagnosticado mientras tenía contrato vigente con el club, pero la institución de Parque Patricios no le paga en tiempo y forma.
«Lamentablemente me enfermé estando ahí (en Huracán) y por una cuestión legal me extendieron el contrato. Recién cobré diciembre en junio», señaló.
El piquense padece el mismo mal que se llevó, por ejemplo, al Negro Fontanarrosa, al escritor Ricardo Piglia y al extenista Carlos Gattiker.
En la actualidad fue diagnosticado de ELA el exentrenador de Leo Messi en Barcelona, Carlos Unzué.