El senador pampeano y presidente de la comisión de Trabajo del Senado, Daniel Lovera (PJ – La Pampa), dijo que la nueva ley de teletrabajo “busca proteger” a los empleados que ejercen esa modalidad desde que comenzó la pandemia de coronavirus y pretende “corregir las asimetrías y la inequidad”. Para Juan Carlos Marino (UCR – La Pampa) se podría haber sancionado una “versión mejorada” de esta normativa.
“Esta ley establece pautas fundamentales para salvaguardar el trabajo y la salud y es imprescindible contar con marco regulatorio para evitar que se afecten derechos”, explicó el senador del Frente de Todos, al fundamentar la iniciativa que regula la actividad laboral desde los domicilios durante la sesión virtual de la Cámara alta.
Lovera aclaró: “Serán las negociaciones colectivas las que definan cada una de las particularidades para cada actividad”, ante las críticas que recibió desde la oposición por ciertas supuestas “rigideces” que se observaron en el proyecto con el concepto de reversibilidad.
Este punto establece que será el trabajador quien pueda revertir la modalidad de teletrabajo y que el empleador estará obligado a preservar el puesto en la sede donde funcione la empresa. La oposición cuestionó este punto al señalar que el trabajo del futuro suele no contemplar oficinas y que muchos puestos se ejercerán directamente mediante la tecnología de forma remota.
Lovera consideró que se trata de “una ley adecuada para los tiempos que corren” y destacó que se “visibiliza y se reconoce a las tareas de cuidado como un trabajo”.
“Fue en el marco de esta lamentable pandemia que se aceleró este debate, con diferentes matices y muchos puntos en común entendimos que debíamos avanzar para garantizar derechos a quienes trabajan en esta modalidad”, remarcó el legislador pampeano.
Juan Carlos Marino
“Si bien estamos de acuerdo con el espíritu de la ley, podríamos haber sancionado una versión mejorada, que hubiera significado un gran avance para generar puestos de trabajo, al mismo tiempo que hubiera permitido ampliar las posibilidades de los habitantes de regiones de nuestro país postergadas por ubicarse alejadas de los grandes centros urbanos”, expresó el senador radical de La Pampa.
Y agregó: “Pero, bajo una falsa urgencia, si tenemos en cuenta que esta ley solo se implementará recién 90 días después de finalizado el aislamiento y no ahora, el oficialismo empujó un texto que deja sabor a poco. Pudiendo haber sancionado una muy buena ley con sólo algunos días más de debate y el aporte de los distintos bloques, por razones que desconocemos, debemos conformarnos con una que se queda a medio camino”.
Algunos de los puntos con los que el legislador pampeano se mostró en desacuerdo están relacionados al resguardo de la intimidad de los empleados y, sobre todo, a la falta de incentivos para la contratación de empleados.
“El texto sancionado establece que ‘los sistemas de control destinados a la protección de los bienes e informaciones de propiedad del empleador cuenten con participación sindical a fin de salvaguardar la intimidad de la persona que trabaja bajo la modalidad de teletrabajo y la privacidad de su domicilio’. Nadie puede oponerse a la protección de la intimidad de los empleados, pero incorporar la intervención de los sindicatos, sin experiencia en este tipo de tareas informáticas, suena extraño y excesivo. Por otro lado, la normativa enumera una serie de supuestos beneficios para empleados que no hará otra cosa que desincentivar las contrataciones y se tornará un búmeran”, añadió Marino.
El proyecto sancionado instituye presupuestos para la promoción y regulación de la modalidad del trabajo a distancia en aquellas actividades que lo permitan. Dispone, además, que las regulaciones específicas para cada actividad se decidirán mediante la negociación colectiva y establece que las personas que trabajen contratadas bajo esta modalidad, gozarán de los mismos derechos y obligaciones que las personas que trabajan bajo la modalidad presencial.
Y estipula que el cambio de modalidad hacia el teletrabajo deberá ser siempre voluntario y los trabajadores podrán revertir el cambio de una a otra.
En cuanto a los elementos necesarios para la puesta en práctica del trabajo a distancia, el empleador deberá proporcionarlos y, en caso de que los empleados sean quienes pongan a disposición sus propios elementos, la empresa deberá compensarlos.
Otra de las obligaciones de los empleadores será la de garantizar la correcta capacitación para el uso de nuevas tecnologías.
“Esta ley representa una oportunidad perdida, bajo un halo de voluntarismo, esconde cuestiones realmente impracticables. Presentamos un proyecto alternativo plasmado en el dictamen de minoría, que a nuestro entender era superador del que se votó, pero lamentablemente el oficialismo hizo pesar su mayoría y no tuvimos la oportunidad de aportar otras ideas”, sostuvo Marino.