Por Pablo Vega (Télam)
Un grupo de 19 tejedoras, en su mayoría de la colorida localidad de Purmamarca, recuperaron técnicas ancestrales, se sumaron a una plataforma virtual para ofrecer sus productos y recobraron fuerzas para la venta de sus creaciones textiles, que llegaron a diversas provincias y el exterior del país en pleno confinamiento social por la crisis que provocó la pandemia del coronavirus.
La nula llegada de visitantes que habitualmente colmaban los restaurantes, hoteles y sitios naturales del pueblo quebradeño, obligó a las artesanas organizarse, buscando alternativas para promover la venta y así obtener un ingreso económico ante el contexto adverso.
Para ello, emprendedores turísticos impulsaron una plataforma virtual comunitaria con la intención de «darnos una mano entre todos», como explican, y convocaron a las artesanas que quedaron «varadas y sin ventas», según graficó a Télam Liliana Almada, que junto a su pareja, Sergio Aramayo, concretaron la iniciativa.
Así nació la página web El Mercado de Purmamarca, un sitio en la red que hace cuatro meses ofertaba vouchers hoteleros a futuro y se reconvirtió para ofrecer las producciones de las artesanas textiles y exponer el proceso de creación desde el momento de trabajar el vellón hasta las técnicas de hilados y la obtención de prendas únicas.
«Lo que hicimos fue poner en conocimiento todas las labores de los artesanos oriundos de Purmamarca y de los parajes cercanos teniendo como resultado un movimiento de venta en todo el país y el exterior», celebró Almada.
En los últimos días, un total de 40 prendas fueron enviadas a Suiza luego de pasar etapas de calidad y se realizaron más de un centenar de transacciones para diversas provincias del país: «Digamos que con cuatro meses estamos festejando este logro entre las artesanas», agregó.
Las mujeres utilizan fibras naturales y producen lana de oveja y llama para luego armar las vestimentas en telares que presentan entre dos a cinco agujas aunque también utilizan los llamados telares de cintura rescatando antiguas prácticas.
Marta Valdiviezo es una de las mujeres que se sumó a la propuesta. «Mi bisabuela Presentación Tolaba fue hilandera y me transmitió esto de hilar en la pushka a los 10 años», dijo.
La artesana pasa al menos cinco horas del día en su taller llamado «La Pushka», ubicado en una de las callecitas del colorido pueblo de Purmamarca y donde hace honor a los saberes de su antecesora quien llamaba así al material utilizado para lograr finas hebras.
Allí en tiempos de «normalidad» y junto a otras tejedoras hacen uso de añejos telares para iniciar a los jóvenes en el camino del tejido, que en muchos casos incursionan en la confección de bufandas, tulmas, medias y mantas.
«El hilado se hace como un baile que realiza la puisca y uno va midiendo el grosor del hilo que quiere obtener», graficó la creadora quebradeña.
«El secreto de la artesana textil es la entrega que uno le da a la lana para una elaboración armónica, con paciencia y amor de las prendas», definió sobre los requeridos productos ahora de manera virtual.
Alejandra Alancay también se sumó a la propuesta. «Somos de familias de artesanos y siento que llevamos en la sangre eso de hacer frazadas, tapices y chales, además de que ponemos nuestra energía en innovarnos, marcando una tendencia», enfatizó.
La joven tejedora explicó cuáles son los colores característicos de las prendas de la Puna jujeña. «El marrón o también llamado chupi, además del blanco o crudo», contó. «Nos representan», dijo al indicar que sus antecesores pertenecen al lejano pueblo de Barrancas.
Si bien esos matices y productos tradicionales como guantes, medias y gorros de lana de llama no pierden vigencia, Alancay consideró que en estos momentos «los chales y prendas con delicados bordados marcan la diferencia porque se ven más vistosos».
Las prendas suman valor además de su autenticidad por la utilización de tinturas naturales como las remolachas, cebollas y múltiples plantas de esa región que se utilizan para darle color a sus obras.
Los rústicos telares con pedales, antiquísimas técnica de hilado en puisca, la inspiración de las artesanas y la tecnología, son las armas de las mujeres jujeñas que no dejan de producir prendas únicas en cuarentena.
Desde la Argentina y desde el exterior, quienes quieren conocer y adquirir los productos en venta ingresan a través de la página http://www.purmamarca.gob.ar/mercado, o bien en el perfil «El Mercado de Purma» en las redes sociales Facebook e Instagram.