La Pampa finalmente logró contener el brote de coronavirus que pegó un salto de 8 casos a casi unos 180 en solo un par de semanas. Desde el lunes 3 hasta ayer, los casos de Covid-19 han ido mermando: solo 8.
Ahora, ¿cómo hizo la provincia para contener al virus? Aislando a unos 150 positivos, poniendo en estricta cuarentena a otros casi 1600 contactos estrechos -en sus casas y hasta en hoteles pagados por el Estado- y, paralelamente, retrotrayendo a fase 1 y prohibiendo la mayoría de las actividades donde estaba circulando fuertemente el nuevo virus. Además, se hicieron decenas de testeos PCR en laboratorios de Pico y Santa Rosa, se recorrieron barrios para buscar a personas con síntomas y se incrementaron los operadores telefónicos para hacer un seguimiento diario a los aislados.
Dos semanas después de los primeros casos en Catriló -donde ya hubo unos 72 contagios y ahora quedan activos 35- el brote está contenido y el pueblo vuelve a fase 5 desde este lunes 10. Es decir, con la mayoría de las actividades permitidas.
En Catriló, precisamente, es donde se registró el brote. Todo por la “irresponsabilidad social de unos pocos» a raíz de encuentros sociales no permitidos y contactos con positivos en la localidad bonaerense de Pellegrini, según palabras del gobernador Sergio Ziliotto. Ese brote, luego, se diseminó como una mancha de aceite en varias localidades (aunque algunos casos en otros pueblos no tuvieron como nexo epidemiológico a la población de la ruta 5).
El de Catriló un ejemplo de cómo se debe contener un virus, dijo un profesional de la Salud a Diario Textual.
Ni bien se detectó el primer caso, el Estado aisló a los contactos estrechos -desde el intendente Ricardo Delfino hasta el comisario, la jefa de los bomberos voluntarios e, incluso, médicos- y obligó a cumplir una estricta cuarentena a sus 6 mil habitantes.
Además, en un esfuerzo del personal de Salud, se hicieron ya en el pueblo un total de 305 test.
El control estatal se repitió, pese a los cuestionamientos de sectores de comerciantes y trabajadores autónomos, en Santa Rosa, Macachín y Pico. Incluso en General Acha, donde un positivo de un empresario ganadero disparó casi media docena de casos positivos y las autoridades debieron aislar a unas 50 personas -entre ellos hasta el director del Hospital Buodo-.
La situación dejó algunas lecciones. Desde este lunes, cuando toda la provincia retorne a la Fase 5, se pondrá en marcha un sistema de trazababilidad para conocer el movimiento de los contactos estrechos para su inmediato aislamiento, ante un eventual nuevo caso de Covid.