Enrique Luis Fazzini, juez de Primera Instancia en lo Laboral de la Primera Circunscripción Judicial, hizo lugar al recurso de amparo presentado por un trabajador despedido de la Planta de Reciclado de Eduardo Casex y dispuso en la medida cautelar que sea reincorporado inmediatamente en su puesto laboral. Pero la intendenta Mónica Curuchet, según denunció el gremio de ATE, prefiere demorar en reincorporarlo y pagar una multa de 1500 pesos por día.
«Nuestro gremio acompañó al delegado electo despedido a presentarse a sus tareas habituales», sostuvo ATE en un comunicado. «El municipio se niega a obedecer aduciendo que van a presentar nota de defensa y si es necesario pagarán la multa correspondiente por desobedecer a la justicia con respecto al despido ilegal del compañero«.
«Los trabajadores y el pueblo de Castex y la provincia se han cansado de escuchar decir a la intendenta Mónica Curuchet que le dejaron un municipio vacío sin dinero, pero si tiene dinero para afrontar multas de 1.500 pesos por día por no reincorporar al compañero delegado Ardengui, es decir, plata para accionar en prácticas antisindicales y desobedecer a la justicia tiene», dijo el sindicato. «Es lamentable el accionar de esta gestión municipal. Advertimos desde nuestra asociación que la intendencia hace un manejo antisindical y en desmedro de los derechos de los trabajadores de ese Municipio», finalizó.
El conflicto entre las autoridades municipales y los trece trabajadores de la Planta de Reciclado comenzó el miércoles 10 de junio. Las diferencias surgieron porque los operarios fueron reubicados, dado que la gestión de Cambiemos planifica ejecutar obras en el edificio ubicado en la zona sur de esta localidad, y paralelamente poner en marcha un programa de tratamiento integral de la basura.
Los trabajadores aceptaron ser reubicados, pero solicitaron a las autoridades municipales que les garanticen que cuando se ponga nuevamente en funcionamiento la Planta de Reciclado, podrían volver a sus originales puestos laborales.
La intendenta Mónica Curutchet no cedió a ese pedido y se desencadenó el conflicto. Los trabajadores inicialmente ocuparon el predio municipal, hasta que fueron desalojados por la policía, la fiscala Leticia Pordomingo y funcionarios municipales.
Después continuaron con protestas frente al edificio municipal, para visibilizar la protesta. Estuvieron tres semanas reclamando en la céntrica vereda del municipio, y no se produjo la reunión con la intendenta Mónica Curutchet. Ninguna de las partes se acercó para entablar un diálogo que lime las asperezas. Y el saldo fueron una decena de trabajadores despedidos en plena pandemia.