El juez Carlos Ordás decidió en la tarde de este martes la prisión preventiva por 30 días a dos de los acusados de golpear a integrantes de la comisión directiva del Club Deportivo Matadero y a padres y madres de futbolistas: se trata de Héctor Mario “Sapo” Valquinta y su hermano Jorge Valquinta.
Además, el juez dispuso la libertad de Leonel Suárez, el tercer acusado: es el padre de uno de los pequeños futbolistas, que intentó resistir la interrupción de la actividad.
El fiscal Oscar Cazenave les tomó declaración este martes por la mañana. Ya a las 13.30 horas, en una audiencia de formalización presidida por Ordás, les informó de qué se los acusa: del delito de lesiones y amenazas.
Las agresiones ocurrieron a las 16 horas del lunes 7 en el polideportivo propiedad de la municipalidad, cuando el Club Matadero -fundado hace unos seis meses- pretendía reiniciar los entrenamientos de fútbol de las categorías infantiles y juveniles.
Integrantes de la comisión vecinal del barrio, junto a boxeadores, impidieron a la escuelita de fútbol del club realizar el entrenamiento: hubo insultos, empujones, trompadas y patadas.
Nahuel Benvenuto, presidente del club que fue fundado hace menos de un año, hizo una denuncia penal.
Según contó Benvenuto, el lugar es público y en marzo, antes del inicio de la pandemia de coronavirus, se había acordado un uso en común del polideportivo con la comisión vecinal presidida por Jésica Rosignolo.
Recientemente, con las autorizaciones para realizar actividades deportivas bajo protocolos para evitar la propagación del virus, decidieron volver el lunes a entrenar.
Sin embargo, Rosignolo -junto a su marido Héctor «Sapo» Valquinta- se opusieron. Su pretensión -que lo admitió Rosignolo- es que haya un solo club en el barrio. Bajo la conducción de la comisión vecinal. “Nosotros no fuimos a agredir”, dijo luego Rosignolo. “Queríamos hablar porque estábamos buscando la unidad de los tres clubes que había en Matadero”, contó.
En videos que se viralizaron, se observa a Rosignolo pidiendo a Benvenuto que se retire del lugar.
Sin embargo, Benvenuto le dijo que no. “Ya trajimos a los chicos, hoy no nos vamos”, le avisó.
Según contó luego Benvenuto, fue amenazado. Y ya posteriormente aparecieron Héctor y Jorge Valquinta a agredir.
En un video, se observa a un hombre -fue identificado por los denunciantes como el «Sapo» Valquinta- que llega corriendo y golpea a una mujer que está en el piso.
Esa filmación fue clave: por la noche ordenaron las detenciones, que se concretaron poco después.