Un cargo de síndico en la empresa de telecomunicaciones Empatel rompió este miércoles la habitual tranquilidad del bloque de diputados de la UCR.
Empatel es una empresa que creó el Estado pampeano, con el fin de ofrecer servicios de internet y telefonía celular, entre otros.
Por ley, tendrá un directorio conformado por cinco miembros. De ellos, tres los designa el Poder Ejecutivo, uno de ellos a instancias del bloque que representa la primera minoría parlamentaria de la Cámara de Diputados, es decir, el radicalismo. En tanto, otro será a propuesta del movimiento cooperativo y las PyMEs y el restante representará a Aguas del Colorado.
Además, la primera minoría también pondrá uno de los tres síndicos -otro por el Ejecutivo y el restante por las cooperativas-.
La UCR propuso como director a Leandro Salaberry Martínez, quien responde a Daniel Kroneberger. No hubo objeciones.
Hoy volvieron a reunirse en el bloque de Diputados para definir a quién propondrán como síndico. Finalmente, cuando algunos daban por descontado que designarían a Javier Couly, por mayoría definieron que sea Gabriela Bruno.
Couly es un hombre de los “celestes” comandados por el diputado nacional Martín Berhongaray y los hermanos Altolaguirre.
Hoy Bruno fue propuesta por Mauricio Agón -quien en su momento trabajó con Juan Carlos Marino, pero últimamente se distanció- y recibió el respaldo de los sectores de Francisco Torroba y de Daniel Kroneberger.
Diario Textual tuvo diferentes versiones de lo que ocurrió. Una de ellas habló, directamente, de un pase de factura. “Yo voy a decir lo que pasó: el sector de Torroba le pasó factura a Couly, a quien consideran un traidor: antes militaba con Torroba y ahora lo hace con Martín (Berhongaray)”, interpretó un boina blanca en estricto off de récord.
El torrobismo, al ser consultado, negó terminantemente esa versión. Dijo que ya hacía un mes que se había acordado entre todos los sectores que iban a proponer a una mujer contadora. “No fue, de ninguna manera, un cuestionamiento o reprimenda hacia Couly”, dijeron.
Hay quien leyó que se terminó de romper un acuerdo de unidad del radicalismo, de 2019, frente a los amarillos del PRO. Para los celestes, este lugar de síndico en Empatel les correspondía: menearon ese supuesto pacto interno, en el que supuestamente se habían repartido los cargos. “Si el primer lugar fue para Kroneberger (NdeR: por Salaberry), el segundo debería ser para la gente de Martín”, dijeron.
Sin embargo, los otros sectores desconocieron ese supuesto pacto y votaron por Gabriela Bruno. “Honestamente, los diputados desconocemos que haya habido un acuerdo de esa naturaleza”, contaron.