La Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación emitió dictamen favorable al proyecto impulsado por Máximo Kirchner para proteger los ecosistemas de los incendios accidentales o intencionales y prohibir la venta de los terrenos incendiados en plazos que van de 30 a 60 años para evitar que se realicen en esos predios emprendimientos inmobiliarios o especulativos.
El despacho de mayoría fue respaldado por 17 diputados del Frente de Todos, los del Interbloque Federal y de Unidad Federal para el Desarrollo, mientras que Juntos por el Cambio presentó un dictamen de minoría.
Martín Berhongaray, diputado nacional por la UCR, explicó a Diario Textual por qué está en contra de la iniciativa.
“No comparto el abordaje que se hace del tema. Me parece un punto de partido erróneo decir que uno de los problemas centrales es que el noventa y cinco por ciento de los incendios son causados de manera intencional. Eso no es lo que vemos todos los veranos en La Pampa. Cualquier legislador pampeano, sea del signo político que sea, puede corroborar que ese diagnóstico es erróneo”, dijo.
“Tampoco -agregó- es correcta la generalización de que los productores hagan negocios prendiendo fuego sus campos que muchos diputados repitieron”.
Berhongaray es el único pampeano en la comisión. Además es productor agropecuario: incluso en los últimos años, un campo de su propiedad se incendió.
“No se están abordando las prioridades excluyentes en lo que hace al combate de los incendios rurales, que desde mi punto de vista pasan por la necesidad de mejorar las comunicaciones y por garantizar con acciones y con un control efectivo que tanto los Estados Nacional, provinciales y municipales pero también los productores, cumplan con sus obligaciones de tener las picadas contrafuegos en buen estado”, dijo.
“Por supuesto que siempre hay espacio para hacerle modificaciones a las leyes y mejorarlas, pero la prioridad absoluta es cumplir con lo que ya está establecido y que no todos vienen cumpliendo”, dijo.
“Para dar un claro ejemplo, hoy volvía desde General Acha por la ruta nacional 35, y no vi un solo metro de picadas contrafuego perimetrales repasados del lado de las banquinas”, contó a Diario Textual. “Eso es el ABC para poder dar una respuesta efectiva a los incendios rurales, y el Estado Nacional no se ha cumplido hasta el momento. Es clave controlar que las autoridades en los distintos órdenes, nacional, provinciales y municipales, y que los predios rurales cuenten con las picadas obligatorias hechas y repasadas”.
“Tener picadas es fundamental, porque sin ellas es imposible hacer los contrafuegos. Es por donde el personal de defensa civil y los bomberos se desplazan dentro de los campos para combatir el fuego. Por donde pueden ingresar los vehículos, con una mayor seguridad, y de noche, prácticamente la única referencia para ubicarse y saber por dónde va a trabajar cada brigadista”, dijo.
El segundo elemento de “gran relieve” para el combate del fuego es la comunicación, dijo. “En el 80 por ciento del trecho que hice por la ruta 35 desde General Acha no tuve señal de celular, cuando era una obligación incluida en los pliegos de las privatizaciones telefónicas de los 90´ que las telefónicas aseguren la cobertura en todos los tramos de vías nacionales. Pues se vienen haciendo las distraídas”, contó.
“La realidad de la mayoría de las zonas rurales es la escasa o nula posibilidad de comunicación, que es una herramienta clave para combatir los incendios, para que los brigadistas puedan coordinar acciones y orientarse en terrenos que normalmente no conocen, mucho más de noche. Sin comunicaciones adecuadas, los riegos que corren aumentan y mucho”, sostuvo. “Si no ha habido daños mayores es porque es impresionantemente bueno el trabajo que hace el personal de defensa civil, el del plan nacional del manejo del fuego, y los bomberos que trabajan a destajo para evitar daños mayores y que muchas veces cuentan con la colaboración de muchos trabajadores rurales que ayudan y mucho”.