El gigante, de 84 años, cayó en la noche de este domingo: el ombú de la calle Oliver, ineludible referencia de la zona, fue derribado por el viento. Aplastó a una camiioneta Ford Ranger, que se encontraba debajo de sus enormes ramas.
El árbol -ubicado en el patio delantero de una casa de la calle Oliver al 748- es uno de los patrimonios ambientales de los santarroseños. Durante años, parte de la fisonomía de la ciudad.
Es un ejemplar femenino. Tal vez es uno de los ombú más viejos de la capital. Fue plantado el 17 de agosto de 1936, según registros históricos recopilados por la municipalidad.
La casona es propiedad de la familia Festa desde 1984. Allí funcionaron el estudio de arquitectura Festa, restoranes, casas de comidas y hasta peñas. En los últimos años, el lugar comenzó a usarse como cochera.
Los dueños se lamentaron por la caída del viejo ejemplar y dijeron a Diario Textual que hace un par de años avisaron a las autoridades municipales que el árbol parecía constituir un peligro. “En los últimos tiempos notamos que cuando había algo de viento se movía bastante”, contaron.
Anoche el viento terminó de quebrar el tronco, que estaba totalmente hueco.
De todas maneras, es posible que aún se pueda salvar y vuelva a brotar para dar sombra a los estudiantes de la EPET y a otros cientos de santarroseños.