La Universidad Católica Argentina publicó este jueves un informe a partir del cual se desprende que el 44,2% de los argentinos son pobres. Eso supone un total de 20,3 millones de personas que no pueden acceder a los alimentos básicos, al sistema de salud y a la vivienda digna. Además, estima que unos 2,7 millones están sin empleos, lo que representa un 14,2% de la población.
Los datos son el reflejo estadístico del empeoramiento de las condiciones de vida que sufren cientos de miles de personas en un año de pandemia y muy fuerte caída de la actividad económica y del empleo en el que, además, no cedieron viejos problemas de la Argentina, como la inflación. Son números que surgen de una nueva edición de la encuesta del Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), que abarca a un conjunto de centros urbanos (no es equiparable, por su alcance, a la medición del Indec). Los resultados también muestran que la indigencia en niños y adolescentes (viven en hogares donde el ingreso no alcanza siquiera para la alimentación más básica) llegó este año a 16%,mientras que en 2019 era de 14,8%.
Una de las conclusiones del trabajo, que contempla datos correspondientes al cuatrimestre comprendido entre julio y octubre, es que el 44,2% de la población total está bajo la línea de pobreza en los centros urbanos representados por el relevamiento; es un índice superior al de 2019 (entonces fue de 41%), un año en el que había tenido una suba significativa desde el 34% de 2018. En rigor, con pandemia y cuarenta de por medio, todos los indicadores sociales y del mundo del trabajo registraron un deterioro, en un escenario social que ya estaba debilitado.