La petrolera con participación estatal YPF aplicó desde la medianoche un incremento en promedio del 3,5% en los precios de la nafta y el gasoil.
La suba tiene que ver con la actualización del impuesto a los combustibles que realizó el Gobierno: el 7,7% que entró en vigencia a partir de este viernes.
A partir del movimiento de YPF, la dueña del 60% del mercado, se espera que Raizen (que opera las estaciones de servicio Shell), Axion y Puma aumenten sus propios precios en la misma proporción que la petrolera estatal.
La empresa estatal ya había aumentado el 5 de enero el precio de sus combustibles un 2,9%, tanto el de la nafta como el del gasoil, en todo el país.