Unos 28 vecinos y vecinas del barrio Procrear de Santa Rosa, quienes sufren el incremento de las cuotas por la indexación mediante el sistema UVA, le pidieron en una nota al gobernador Sergio Ziliotto que en lo posible intervenga para que no se sigan generando desigualdades con el resto de los adjudicatarios de unidades habitacionales idénticas.
Se trata de familias que recibieron sus departamentos con retraso durante el macrismo y que, a diferencia de los primeros habitantes del barrio, las cuotas mensuales se actualizan por una fórmula basada en la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), que había sido implementada en 2016 para los créditos hipotecarios otorgados durante la gestión anterior y que se basaba en la evolución de la inflación.
La diferencia de las cuotas a pagar entre los vecinos es notable: mientras que los atrapados en el UVA deben abonar en febrero entre 30 mil y 40 mil pesos -dependiendo del departamento-, sus vecinos que recibieron las llaves en el Gobierno kirchnerista tienen que abonar unos 12 mil pesos.
Los vecinos están en estado de alerta porque en febrero se termina el congelamiento de las cuotas. Hoy, los que pagan unos 30 mil pesos pasarán a pagar 40 mil.
Los firmantes le apuntaron al Gobierno de Mauricio Macri. “Transformó lo que era un programa de vivienda popular como el ProCreAr en un negocio para los bancos”, dijeron.
Hoy entregaron la nota al gobernador. Recordaron que en el Desarrollo Urbanístico del ProCreAr hay 527 unidades de vivienda, entre ellas 54 departamentos (todos iguales, de 3 dormitorios).
El barrio fue construido íntegramente en el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Después de los sorteos de 2014 y 2015, el 1 de diciembre de 2016 se hizo la primera entrega de viviendas.
Sin embargo, quedó un remanente de 33 departamentos sin entregar. En ese caso, recién en agosto de 2017 el gobierno macrista hizo el sorteo. “Luego de esto transcurrió un año hasta el llamado del Banco Hipotecario para la presentación de la papelería y posterior análisis crediticio de los seleccionados, siendo esto a finales de agosto de 2018”, recordaron en la nota en la que le pidieron a Ziliotto si puede interceder ante Nación.
“Desde abril de 2015 hasta el 27 de Septiembre de 2018 en que se entregaron todo fue tiempo perdido para las familias trabajadoras que aspirábamos a tener nuestro techo, quienes añorábamos darle un hogar a nuestros hijos”, dijeron. “Los departamentos estaban ya construidos y habitables desde hacía mucho tiempo y al momento de entregarlos se cambiaron radicalmente las reglas crediticias teniendo visibles consecuencias negativas para nosotros, quienes ante la posibilidad de darle el tan preciado techo a nuestros hijos y la falta de precisiones del Banco Hipotecario respecto de la operatoria accedimos sin muchos miramientos”, contaron.
“Fue una estafa a nosotros, el Programa Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familiar (PRO.CRE.AR) había sido convertido por el expresidente Macri en un crédito personal bancario indexado a la fluctuación del Dólar, un Programa de Vivienda Social construido y pagado por el Estado Nacional fue entregado al mundo financiero en el cual solo intervienen bancarios y financistas, nada más alejado al fin por el cual fue pensado y por el cual ANSES aportó el dinero para su ejecución”, manifestaron.
Resaltaron que el contraste con los adjudicatarios de los departamentos del programa original es notable. “Ellos son beneficiarios de un Programa de Vivienda Única con reglas claras, con un término a 20 años estando ya determinado por escribano el monto en pesos a abonar mes a mes hasta la cuota 240, cancelando de esta manera el valor de la vivienda: $ 1.960.000. Nuestro crédito está determinado en UVA, nuestro PROCREAR es en Dólares en un país donde la moneda es el Peso y es a 30 años aumentando mes a mes tanto la cuota como la deuda. El valor original de nuestra vivienda también es de $ 1.960.000”, sostuvieron. “Nuestro crédito es insostenible en el tiempo, es muy difícil mes a mes y más sabiendo que el dinero que con tanto esfuerzo juntamos no baja la deuda. La economía familiar se va resintiendo y tenemos mucho miedo de perder nuestra casa, la que con mucho esfuerzo queremos que sea el hogar en el tiempo para nuestra familia, para nuestros hijos”.
“El mismo esfuerzo hace nuestro vecino mes a mes para pagar su cuota, el vecino de al lado, el que obtuvo su casa en el mismo Barrio de gente trabajadora que se terminó de construir en Abril de 2015… el que tiene el departamento exactamente igual y paga 12 mil pesos al mes durante todo el año en curso porque tuvo la posibilidad de tener su casa antes, con reglas claras para un programa de vivienda social”, dijeron.
“No queremos ser los 28 beneficiarios que a diferencia de las demás 499 familias del barrio tengan un trato diferente porque un gobernante por motivos impensados decidió hacer cambios en la asignación de algunas viviendas de un barrio terminado antes de que asumiera. Quienes tenemos conciencia de clase y honramos el principio de igualdad no podemos dejar de pensar que un barrio tiene que tener las mismas reglas para todas, todos y todes”, expresaron.
“Todo lo que pasó, el esfuerzo y la angustia, la incertidumbre respecto de nuestro futuro que realmente es sombrío desde esta perspectiva queremos dejarlo atrás. En la actualidad somos varias las familias que han sufrido modificaciones desde la entrega de nuestra casa, no solo económica por el tema pandemia y sus consecuencias sino también en la conformación de la misma, varias de las vecinas mujeres han quedado solas y haciéndose cargo de la totalidad del préstamos y demás gastos fijos”, dijeron.
“Gran parte del grupo hemos hecho uso del Comunicado A7107 del BCRA donde se nos permite diferir las cuotas impagas de Abril a Diciembre 2020 al final del crédito con las costas e intereses que esto conlleva. Es un alivio a cortísimo plazo con graves consecuencias al final del mismo de seguir con el crédito UVA”, sostuvieron. “No es menor citar que varias familias están pensando en dejar su casa frente a la posibilidad de no poder pagarla, algo que obviamente ninguno de nosotros deseamos”, revelaron.
“Sabemos que en estos casi 28 meses desde que tenemos nuestra casa hemos pagado mucho más que el vecino lindante y ese no es el reclamo, ya no es lo importante. Queremos que desde ahora y hacia el futuro tengamos de parte del Estado un trato similar, reformular nuestros contratos con las mismas condiciones que se entregó el Desarrollo Urbanístico al resto del Barrio para poder cumplir con nuestras obligaciones sin angustia y desigualdad”, dijeron.
Dieron otro dato. “El Banco Hipotecario, parte del fideicomiso PROCREAR como también lo es el Estado Nacional, en el año 2019 ha entregado al menos dos Departamentos de los 5 que aún no tenían propietario con las condiciones originales de Crédito, sin UVA, por lo que intuimos que nuestro reclamo es factible de solucionarse”, finalizaron.