La falta de lluvias en febrero y en lo que va de marzo está complicando a la agricultura y a la ganadería en la provincia. Tanto al maíz como a la soja la escasez de precipitaciones perjudicó su floración. Los girasoles, en cambio, tuvieron buenos rindes porque las lluvias de enero llegaron a tiempo. El ganado también sufre la falta de pasto, principalmente en los campos de cría del oeste. En las ferias están ingresando muchas vacas y terneros que son destetados.
El presidente de la Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa, Marcelo Rodríguez, explicó la situación a Diario Textual. “Tuvimos un arranque de año muy bueno, con 130 o 140 milímetros, pero febrero se cortó la lluvia y eso influyó en los maíces y la soja, que estaban floreciendo. Hubo una merma importante”, dijo.
En el caso de la soja, el mayor problema, dijo el dirigente, está en los campos de Realicó y Alvear, no así en el centro de la provincia donde se sembró menos.
“Tanto a la soja como al maíz la escasez de lluvias los agarró en plena floración. En el caso de la soja eso incluye en el llenado de la chaucha y eso trae aparejado una merma en el rinde”, explicó.
La situación del girasol es distinta, dijo Rodríguez. “Hubo muy buenos rindes en la zona de Anguil y Uriburu. Pero en este caso las lluvias de enero le cayeron justo”, dijo.
El problema también afecta a los cultivos de invierno. “Estamos esperando que haya más humedad para implantar los verdeos de invierno. Si no llueve, la situación se va a complicar”, advirtió el ruralista.
En cuanto a la ganadería, el panorama es similar. La falta de lluvias genera escasez de pasto, principalmente en los campos del oeste provincial, en la zona de cría.
“La falta de pasto se ve en los remates ferias. Está entrando mucha vaca y ternero con destete porque los campos están sacando los terneros para liberar a la vaca y que llegue bien a la parición en invierno”, explicó el presidente de la Agrícola.
El norte provincial también sufre la escasez de precipitaciones. Joaquín Moreno, de la Sociedad Rural de General Pico, explicó que desde hace 20 días los cultivos sufren “estrés hídrico” y los productores ganaderos comenzaron a encerrar la hacienda en los corrales a la espera de que se recuperen las pasturas.
“Hace 20 días que hay signos de estrés hídrico en el maíz y la soja. Las pasturas también tienen pocas hojas y encima están afectadas por plagas”, dijo Moreno.
“Se necesita agua en las zonas de Colonia Barón y General Pico. Esperemos que vengan las lluvias y no sigan dañándose los cultivos”, señaló.
“En los planteos ganaderos hay muy poco pasto. Muchos han empezado a encerrar la hacienda para dejar menos cabezas pastoreando. Necesitan lluvias grandes para que vengan las alfalfas de nuevo y puedan liberar hacienda al pasto”, agregó.