Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, el principal operador judicial de Mauricio Macri, pidió asilo en Uruguay, según una carta que difundió públicamente esta noche. El exfuncionario del gobierno anterior, integrante clave de la denominada “mesa judicial”, está acusado en la Justicia de integrar una asociación ilícita organizada con el objetivo de perseguir empresarios.
El operador judicial macrista planteó en la carta que pedía el asilo político debido a que, según su entender, va a ser detenido. “Ya existe la decisión previa de privarme de mi libertad en cuanto regrese al país”, manifestó.
Había viajado a Uruguay autorizado por la propia Justicia argentina que lo investigaba. Es decir, ahora se profugó.
Pepín Rodríguez Simón tuvo durante la gestión de Macri dos cargos, pero ninguno vinculado al quehacer judicial: director de YPF por el Estado Nacional y representante por Argentina en el ParlaSur. Sin embargo, estuvo detrás de la organización de toda la ofensiva judicial para acusar a los dueños de C5N y otros medios, Cristóbal López y Fabián De Sousa. Por las acusaciones que planteó el “cerebro jurídico” del PRO, ambos terminaron durante varios años presos.
“Esta campaña de difamación se convierte en una campaña de odio y hostigamiento en las redes sociales que me lleva a temer, además de por mi libertad, por mi seguridad personal si regreso a la Argentina”, aseguró Rodríguez Simón en la carta.
“Esta causa en la que se me impidió repetidas veces ejercer mi derecho de defensa, es solo un pretexto y un vehículo para encarcelarme. Mi detención, por ilegítima que fuera, permitiría que estos poderosos empresarios íntimamente vinculados al gobierno, repararan simbólicamente la impunidad que perdieron al pagar impuestos como cualquier vecino y pondría a quienes actuamos lícitamente en defensa de los intereses del Estado, en mi caso de la CABA, al mismo nivel de quienes no pagaban impuestos amparados por sus conexiones políticas y societarias, revoleaban bolsos en los conventos o se apropiaban de fondos del Estado Nacional para construir una red de medios, funcionarios, políticos y abogados a su exclusivo servicio”, dijo.
“No hay nada grato en el exilio, nada. Pero que la Justicia, institución que debería defenderme de una persecución como la que padezco, sea precisamente la herramienta que utilizan Cristóbal López y De Sousa para perseguirme y privarme ilegítimamente de mi libertad por mi actividad política lícita en representación del Gobierno de la CABA es lo que me llevó a pedir asilo como refugiado político en Uruguay”, finalizó.