El presidente del Partido Justicialista y cuatro veces gobernador, Rubén Marín, también salió al cruce de los principales dirigente de Juntos por el Cambio, que ayer dieron a conocer un comunicado en el que hablaban del asesinato de Fabián Gutiérrez como un crimen de «extrema gravedad institucional» y lo vinculaban al Gobierno nacional, pese a que, según las primeras hipótesis, se trataría de un crimen por dinero.
«El Presidente del Partido Justicialista de La Pampa deplora profundamente las actitudes asumidas por representantes de la oposición política que han pretendido medrar con un episodio policial, que significó la muerte de una persona», expresó Marín, en un comunicado de prensa. «Declaraciones que hieren injusta e innecesariamente el sentimiento de amplios sectores de la sociedad nos remiten a los peores momentos que el rencor y el odio enfrentaba a los argentinos. Expresiones que han merecido el rechazo de los propios partidarios, como aquí en La Pampa, que valoramos».
«Ofrecemos nuestra solidaridad y apoyo al Gobierno Nacional, a nuestro Presidente y Vicepresidenta que están llevando adelante una gestión comprometida con la salud de nuestro pueblo», dijo.
«Es tiempo de prudencia y solidaridad reciproca para aliviar las tensiones generadas por la pandemia. Rechazamos las actitudes como la señalada, que solo traen zozobra y angustia en la población», finalizó Marín.
El comunicado de Juntos por el Cambio tuvo una cantidad efímera de firmas. Apenas las necesarias: por el PRO, Patricia Bullrich y el dirigente santafesino Federico Angelini -que sigue en la línea de ella y de Mauricio Macri-, por la UCR, Alfredo Cornejo, y por la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro. Son los que salieron a redoblar la apuesta cuando los cuestionaron por el uso político tanto el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, como el presidente Alberto Fernández, quien tildó de «miserables» y «canallas» a los que intentan sembrar la idea de un crimen político.
El asesinato de Gutiérrez, quien fuera secretario privado de Cristina Fernández hasta 2010 y posteriormente declaró en la llamada causa de los cuadernos, ocurrió el viernes.
Hay cuatro detenidos. Según la autopsia, murió estrangulado por un cable y los investigadores creen que le causaron sufrimiento para sacarle dinero que creían que tenía en una caja fuerte.
La víctima recibió tres cortes en la garganta, todos en el mismo sitio y en la misma dirección, lo que demuestra que tal vez Gutiérrez ya estaba inconsciente, porque no presentó ninguna reacción, publicó Página/12. El arma de esos cortes fue un cuchillo de la casa de Gutiérrez, prueba de que el homicidio fue improvisado, muy lejos de un asesinato por encargo.
La familia de Gutiérrez apunta al móvil económico por un «negocio de naturaleza local»