El 30 de agosto se celebra el Día Internacional del Puma. Una fecha que fue creada con el objetivo de reconocer la importancia del cuidado y conservación de esta especie de gran felino, que habita desde Alaska hasta la Patagonia.
El puma es uno de los animales más representativos de La Pampa. Hasta hace 13 años, se permitía su caza en la provincia, pero luego de la prohibición su población ha ido en aumento e incluso ha avanzado y recolonizado zonas del noreste agrícola pampeano y campos de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. La recuperación de sus poblaciones también reanimó el fuego del conflicto y se renovaron los reclamos de algunos productores rurales para la erradicación de la especie.
De todas maneras, sigue catalogado como una especie “vulnerable” por las organizaciones gubernamentales y ambientalistas.
En la actualidad, los pumas se ven amenazados principalmente por la pérdida y fragmentación de su hábitat; por la reducción en número de sus presas principales debido a la caza furtiva; y a la persecución por la depredación del ganado doméstico -principalmente ovino y caprino-.
Según un trabajo de los investigadores Juan I. Zanón Martínez, Alejandro Travaini, Esperanza Iranzo y Débora Kloster -del Instituto de Ciencias de la Tierra y Ambientales de La Pampa y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral-, en La Pampa la conservación y el manejo de las poblaciones de puma fue cambiando según los intereses económicos de la región.
Hasta el 2007, las poblaciones de puma sufrieron una gran presión de caza deportiva. Recién se prohibió cuando se observaron las condiciones de la caza: decenas de pumas drogados y con sed, enjaulados, en cotos y campos de caza, para garantizar la presa a cazadores europeos y norteamericanos.
En los últimos ocho años, el número de reclamos y denuncias por depredación de ganado doméstico por puma ha ido aumentado por parte del sector ganadero, recordaron los investigadores.
La Dirección de Recursos Naturales (DRN) pampeana, ente que se encarga de legislar y regular la fauna silvestre, ha puesto especial atención al conflicto humano-puma a partir de los reclamos efectuados por las asociaciones ganaderas. En este contexto, la DRN nunca ha planteado un plan a largo plazo que implique el manejo y la conservación de las poblaciones de puma en la provincia.
La caza ilegal, la disminución en número de sus presas (tales como el guanaco y el venado de las pampas) y la pérdida y fragmentación de hábitat son amenazas actuales para las poblaciones de puma en La Pampa. Existe, por lo tanto, una necesidad urgente de determinar el estado de conservación de las poblaciones de puma, generando trabajos de investigación y evaluando adecuadamente sus resultados para desarrollar medidas de conservación y manejo, dijeron los investigadores.
Desde el Instituto de Ciencias de la Tierra y Ambientales de La Pampa (UNLPam-CONICET), en colaboración con el Gobierno de La Pampa, se están realizando estudios, considerando por un lado aspectos ecológicos de la especie y, por el otro, diagnosticar y cuantificar el conflicto con las actividades humanas, privadas y públicas, así como la relación de esta especie con la sociedad en su conjunto.
Todo lo anterior explica por qué la conservación de este felino concentra especial atención de las autoridades encargadas de la administración del recurso fauna tanto a nivel provincial como nacional y por qué la caza de puma en la provincia requiere de un esquema regulatorio adecuado para asegurar la conservación y el uso sostenible de esta especie.