Un trabajador denunció en la Justicia federal que en la última dictadura militar enterraron entre “cinco y seis personas” como NN en el cementerio de la localidad de La Adela.
La declaración la hizo ante el fiscal Leonel Gómez Barbela, con la participación del abogado de las querellas, Franco Catalani, el 25 de septiembre. Fue producto de la gestión realizada por el militante de derechos humanos Víctor Giavedoni que se contactó con el declarante hace ya casi dos años hasta obtener este resultado.
El Movimiento Popular Pampeano por Los Derechos Humanos y las querellas en el Juicio de Lesa Humanidad de la Subzona 14 dijeron, en un comunicado, que esa declaración es una “prueba contundente” de los enterramientos clandestinos que hubo en esa localidad y que habían aparecido mencionados tangencialmente en el primer y segundo juicio de la Subzona 14.
“Este operario dio precisiones contundentes acerca de los enterramientos que se realizaron en el Cementerio local en la modalidad NN, de al menos cinco o seis personas entre los años 1976 y 1978, y quedó señalado el lugar donde se realizaron las mismas”, según comunicó el movimiento.
Ahora, la Justicia emitió una resolución de “no innovar”, con fin de preservar el espacio, y se promovió la actuación del Equipo de Antropología Forense a los efectos de determinar, en lo posible, la identidad de las personas allí enterradas.
“Si bien ya se tenían noticias acerca de estos hechos, la declaración testimonial del operario confirma en forma fehaciente que en La Pampa hubo enterramientos clandestinos durante el período de la última Dictadura Genocida, que se llevó la vida de treinta mil compañeros, de los cuales sus familias, amigos y la sociedad, siguen buscando saber que pasó y que hicieron con ellos y ellas”, sostuvo la organización de DD.HH. “Desde el Movimiento y quienes participamos en estos juicios, fue un objetivo de mucho tiempo lograr este testimonio en sede judicial, porque entendemos que es el aporte de una prueba fundamental en el camino de la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia”.
“En este camino -agregó el movimiento- aspiramos a que se obtengan nuevos medios de pruebas, se sepa qué ocurrió, de dónde provenían esos cadáveres, sus identidades, quién o quiénes participaron en sus desapariciones. Es nuestro compromiso no bajar los brazos hasta obtener certezas. No podemos bajo ningún punto de vista, resignarnos a no saber la verdad acerca de estos hechos”.
