Este mediodía volvió a ser llevado a una comisaría el joven de 20 años que está acusado de violar, en su departamento de la avenida Perón, a una chica de 21.
La decisión la tomó la jueza Florencia Maza, en una medida de rexamen de la medida. Deberá estar en prisión al menos hasta el día 23 de enero, mientras se desarrolla la investigación.
Ayer esta magistrada había sido cuestionada por la familia de la chica, al permitir la prisión domiciliaria. Ahora, sin embargo, aparecieron elementos que la hicieron cambiar de opinión: el joven ingresó a las “historias” de Instagram de la joven y de dos testigos, cuando tenía prohibido todo tipo de contacto.
El abogado querellante Omar Gebruers contó a Diario Textual que ahora el acusado se encuentra en una comisaría.
La estudiante de 21 años de edad denunció que el domingo a la madrugada un joven de 20 años la invitó a su departamento de la avenida Perón, en Santa Rosa, donde la terminó violando mientras dormía.
La situación la hizo pública la madre de la joven. “Diez meses sin verte y vino un violador y nos mató la alegría. La jueza lo mandó a su casa con sus padres empresarios”, escribió en las redes sociales.
El sábado, dos hermanas -de 21 y 22 años de edad- regresaron a Santa Rosa desde La Plata, luego de casi un año sin ver a sus padres -una exfuncionaria y un actual funcionario-.
Ese mismo sábado, las dos concurrieron al salón de eventos Tijereta, para cenar, en la avenida Perón al 6800 en Toay. Allí, luego de la 1 de la madrugada, fueron invitados por dos conocidos a un departamento de la misma avenida.
En ese departamento, dijo Omar Gebruers a Diario Textual, el abogado de la joven denunciante, concurrieron cinco chicos y chicas más.
Según contó el letrado, todos tomaron alcohol. “Las dos hermanas se sintieron mal y el dueño de la casa, con el que quedaron solas, les ofreció que se quedaran a dormir. Le ofreció su cama. Lo hicieron en el dormitorio, mientras él se quedaba en el living”, contó.
Sin embargo, a las 8 de la mañana se despertaron: fue cuando sonó la alarma del teléfono celualr una de las jóvenes. En ese momento una de ellas se dio cuenta de que había sido abusada sexualmente.
Las dos chicas pidieron un taxi y se retiraron, mientras el agresor se encontraba bañando. Llegaron gritando a su casa, donde avisaron a sus padres. Poco después hicieron una denuncia penal.