Carlos “Junior” Cabrera es un joven que recientemente cumplió 21 años. Está preso porque se lo acusa de haber abusado sexualmente, el sábado 12 de diciembre de 2020, a Emiliana (21) en el departamento que alquilaba en la avenida Perón.
Su padre es Carlos Cabrera, dueño de una concesionaria de autos de la avenida Spinetto. “Es una situación tremenda y muy difícil, que no se puede entender. Uno espera cualquier cosa, pero nunca esto. Si pasó, nosotros nunca le enseñamos a nuestro hijo eso. Y si no pasó, es una gran injusticia. Tengo cuatro mujeres (en mi familia) y no me gustaría que nadie pasara por una situación así. Yo creo en mi hijo”, dijo en una entrevista en Radio Manantial (Lonquimay). “Es un chico muy querido por sus amigos y amigas”, dijo.
Según la acusación, la violación ocurrió en la madrugada del 12 de diciembre en un departamento que alquilaba Junior. Allí abusó de Emiliana, mientras la joven dormía, en una cama junto a su hermana, luego de una noche de alcohol. Cuando se despertaron, fueron en taxi a la casa de sus padres y posteriormente hicieron una denuncia penal.
“Nos sentimos muy tristes. Estamos en unos días con un dolor muy grande”, contó Cabrera. “Ya nos condenaron y nos escracharon por los medios y todos lados”.
Contó que el novio de la hermana de la denunciante es amigo de “Junior”. Dijo que hace dos años que se conocieron, en La Plata, donde estudia Emiliana y su hermana. “Según nos dicen testigos, se han encontrado unas 10 veces y me han comentado que han tenido relaciones sexuales entre ellos”, dijo. “Y acá hubo una relación consentida”, sostuvo.
-Cómo padre, ¿sabe lo que sucedió el día?- le consultaron en Radio Manantial.
-Los hechos que me comentaron fueron lo siguiente: Junior y sus amigos estaban en un local gastronómico y la joven denunciante y su hermana en otro (el viernes 11 de diciembre). La hermana manda un mensaje y preguntó, por celular, “¿qué pinta esta noche?” Le responde que seguramente iban a armar algo en su departamento. Se van al departamento y luego un amigo los pasa a buscar a las dos chicas y las acerca al departamento. Tomaron bebidas alcohólicas y bailaron. No hubo drogas. Según la gente que estuvo ahí, mi hijo y la chica estuvieron “apretando” y “toqueteándose”. La hermana se acuesta a dormir en la cama. Junior dice que se va a ir a dormir a las 5 y se acuesta en su cama. Tipo 7.30 suena una alarma y la chica se va para la cama y va al lado de Carlitos. Se empiezan a toquetear y tienen una relación sexual. Suena otra vez la alarma y se levanta a bañarse. Luego fue la denuncia.
Dijo comprender que la familia de la denunciante también deben estar pasando “situaciones difíciles” ante la denuncia.
En ese marco, dijo entender el “escrache” que hizo la madre de la joven. “Lo entiendo. Es la madre”, sostuvo. Pero expresó que eso operó para que se le revocara la prisión domiciliaria a Junior.
“La jueza (Florencia Maza), cuando declaró Junior, le creyó. Estoy seguro que le creyó. Porque dijo la verdad”, sostuvo.
También sostuvo que los padres de la joven “tienen poder” y “contactos” en el Poder Judicial, lo que, a su criterio, operó en ese sentido. El padre de la denunciante es funcionario de la Justicia.
“Yo creo en mi hijo, mi familia cree en mi hijo y mis amigos creen en mi hijo”, finalizó. “No creo que mi hijo haya abusado”.