La mortalidad infantil -un indicador útil de la condición de la salud no solo de los niños, sino de toda la población, y de las condiciones socioeconómicas en las que viven- bajó en la provincia: de 8,3 ‰ en 2018 bajó a 7,4 ‰ en 2019, según se informó oficialmente este jueves.
La tasa de mortalidad infantil es el número de defunciones de niños menores de un año por cada 1.000 nacidos vivos en un determinado año.

Es un indicador de vital importancia para el conocimiento del estado de salud, no solo de los niños, sino de la población en general, como también de las condiciones socioeconómicas en las que viven; indicador sensible a la disponibilidad, utilización y efectividad de la atención de la salud, en particular la atención perinatal. De todas formas, no se debe olvidar que en la tasa de mortalidad infantil influyen diversos factores: biológicos, demográficos, geográficos, socioeconómicos, culturales y ambientales.
Durante el año 2019, el departamento con mayor tasa de mortalidad infantil fue Quemú Quemú (25‰, es decir, 25 fallecimientos por mil nacimientos) seguido por el departamento de Hucal (15,6‰).
Por otro lado, al observar la diferencia interanual de la TMI 2018-2019, se puede destacar que el departamento que más disminuyó fue el departamento de Rancul. Un año antes era el lugar donde más había aumentado.