Los familiares de Carlos Cabrera (21 años) continúan hoy la protesta que iniciaron el miércoles. Este mediodía María Sayago, madre del joven conocido como Junior Cabrera, se reunió con la jueza María Florencia Maza, quien le confirmó -como se descontaba- que no modificará la decisión que tomó ayer: la confirmación de la prisión preventiva hasta que finalice la investigación. Sin embargo, les advirtió que pueden pedir la revisión de esa medida ante instancias superiores de la Justicia.
María Sayago, llorando, salió de la reunión y anunció que la protesta continúa: desde las 13 de ayer se encuentra junto a su marido, Carlos Cabrera, “trepados” a una estructura del edificio del Centro Judicial de Santa Rosa.
Son dos los principales reclamos de los Cabrera: que le otorguen la prisión domiciliaria -con una tobillera electrónica- y que se haga rápidamente el juicio.
Maza solo tiene competencia para resolver, mientras avanza la investigación, la preventiva, la domiciliaria o la liberación. Ayer, resolvió que siga preso: argumentó, dijeron los padres de Junior, que podría fugarse o entorpecer la investigación.
En tanto, la realización del juicio no depende de Maza. Quien debe elevar la causa a juicio es la Fiscalía, a cargo de Marcos Sacco. Y posteriormente un tribunal colegiado debe ponerle fecha.
Junior Cabrera fue acusado por Emiliana Casal (22). Según dijo a la prensa, en la madrugada del sábado 12 de diciembre de 2020 fue abusada sexualmente, mientras dormía, en el departamento que alquilaba el joven, en la avenida Perón.
El acusado, sin embargo, negó terminantemente que la haya violado: sostiene que fue una relación sexual consentida.
Ayer, frente al rechazo de Maza de la prisión domiciliaria, los padres de Junior Cabrera se treparon al Centro Judicial. Permanecieron en la noche allí, en medio de una tormenta de lluvia y fuertes vientos. En la tarde de este jueves, luego de la reunión con la jueza, continúan con la protesta.
En una medida excepcional, y a fin de tratar de explicarles en forma directa por qué el imputado permanece con prisión preventiva en esta etapa del proceso, la magistrada habló durante la audiencia con María Rosa Sayago y Silvana Cabrera, madre y hermana de aquél, respectivamente. También asistieron el fiscal de la causa, Marcos Sacco, y el abogado querellante en representación de la víctima, Omar Gebruers. No concurrió nadie por la defensa del imputado, pese a que todas las partes fueron notificadas electrónicamente a través del Sistema de Gestión de Legajos Penales (Sigelp).
“No buscamos estar en esta situación, pero no damos más. Vemos que estamos imposibilitados de defender a nuestro hijo. Como mamá es muy doloroso ver lo que está pasando”, dijo Cabrera.
Natalia Cabrera, hermana de Junior, dijo que quieren ir a juicio. “Lo queremos para demostrar su inocencia”, sostuvo.
– ¿Cuál es el pedido para esta protesta que hacen con sus padres?- se le consultó.
-Mi hermano hace 90 días que está preso. Desde el 15 de diciembre. El 17 de diciembre fue el cumple de mi hijo, quien los conoce sabe lo que significa mi hijo para Junior. El cumplió 21 años ahí adentro, el 19 de diciembre. Las Fiestas, todo. Está preso hace 90 días sin ningún motivo. Primero se dijo que se podía dar a la fuga. Siempre justifican que como el Chino Ros se fugó: no es el Chino Ros. Mi hermano trabajaba en una concesionaria de autos, tiene un departamento alquilado y un auto modelo 2000. Trabajo y sacrificio de él. Se dijo que mis papás son laburante, multimillonarios. Son laburantes de toda la vida. Tiene Automotores Spinetto, pero laburan todos los días. Empezaron con los escraches. En algún momento se nos culpa a nosotros de hacer una revictimización de la denunciante: nos dieron restricción a mí y a mi hermana (que vive en Pico a 130 kilómetros) yo no la puedo nombrar a la denunciante. Lo que nosotros queremos es a mi hermano en casa. Ni siquiera pedimos la libertad, sino que esté en casa hasta el juicio.
– ¿Se van a quedar hasta que venga la jueza?
– No queremos una audiencia privada. La ofrecieron. No puede entrar ningún periodista, no se podía grabar, nada. No queremos que se encarpete. Lo único que queremos es que se eleva a juicio, oral y público. Estamos muy seguras, tenemos las pruebas, las declaraciones. No sé por qué el fiscal Sacco no la eleva a juicio. Qué es lo que le falta. Declaró en una radio, el 2 de febrero, que tenía todas las pruebas.
– ¿Crees en la inocencia de tu hermano?
-Sí, creo. Porque lo conozco muy bien. Tuve la suerte de haber salido con él en la noche. Tengo la suerte de haber salido con sus exnovias. Ayer estuvo una exnovia. Hay una que no va a venir porque la tenemos resguardada porque va a ser testigo clave del juicio. Conozco a Guillermina Casal, la hermana de la denunciante. Hemos salido juntas. Fuimos a la fiesta de Winifreda el 19 de enero de 2019, con la denunciante, Julián Valdivieso, Junior y Camilo bravo. En un momento de la noche, uno me dice que Junior se fue a Santa Rosa con la denunciante. ‘Me aburrí y me fui a Santa Rosa’, me dijo Junior. Ella ya estuvo sola con mi hermano, que fue a La Plata. Yo no estoy diciendo que porqué la conocía, tenía derecho a…Ella sabe muy bien que cuando dijo no, no tuvieron sexo. Después todas las otras veces fue consentido. Siempre. Una de las dudas que tuvimos, fue si el motivo -no sé si sería la palabra-, de venganza porque yo estuve de novia con el ex de su hermana (Julián Valdivieso). Pensamos que la idea era que Guillermina iba a tener relaciones con mi hermano. Y pasó al revés. Ella se levantó y le salió decir: ‘me abusó’. Porque ella denunció eso: un abuso con acceso carnal. Ahora cambió: es con consentimiento viciado. Lo que declaró el fiscal (Marcos) Sacco. Lo único que queremos es a mi hermano en casa. No queremos que esté libre: pedimos prisión domiciliaria. Si tenemos que firmar garantías, lo hacemos. No sé va a ir de acá porqué quiere el juicio. Necesita limpiar su nombre. Porque a los dos días salió un escrache masivo de la familia Casal Simmons que decía ‘Violador, hijo de dueños de Spinetto Automotores’.
– ¿Cómo están tus padres?
-Pasaron toda la noche ahí. Lo único que hicieron es bajar para cambiarse la ropa. Está toda la ropa mojada. Nosotros dormimos en la carpa. No nos vamos a ir hasta que le den la prisión domiciliaria a mi hermano. Es lo que pedimos. No es nada ilógico.
– ¿Tus padres corren riesgos?
– Que lo decida Maza. Para ella parece que no. Ella estuve tiempo de estar en la quinta.
– ¿Tus padres tienen problemas de salud, algún antecedente?
– Mi madre está medicada desde que empezó esto. La tiene pánico a las alturas. Parece mentira, pero cuando nos dijeron que le negaron la domiciliaria, no lo dudó. Todos tenemos problemas de salud desde que empezó esto.
– ¿Tu hermano estaba borracho esa noche? La víctima declaró que sí.
-No. Mi hermano no. Ella declaró que en la Cámara Gessel que tomaron 13 litros de alcohol, tres mujeres. Primero cuenta que llegaron ese viernes a Santa Rosa. Y llegaron al martes 8 de diciembre: está comprobado por una historia de Instagram. No pueden tomar tres personas, trece litros de alcohol. Imposible.
– ¿Tu hermano contó lo que pasó ese día noche, si estaba borracho?
-Dijo que tomó, pero que no en un estado de alcoholizado. Porque el al otro día iba a trabajar. Y él les dijo: ‘espérenme que las alcanzo porque me queda de pasada’… Entiendo a los papás de las chicas porque creen que tienen determinados hijos.
– ¿Él cómo lo explica?
-Lo que dijo en la declaración espontánea. Estaba en una fiesta, tomando. Guillermina Casal le escribe: ‘qué pinta’. Y le dice ‘Gordi nos juntamos en casa, si quieren’. Le contesta ‘ok, estamos en Tijereta, pásame la dire y hablamos por wasap’. Guillermina se acuesta en la cama de mi hermano, que les dice que se va a dormir porque tiene que trabajar. Mi hermano relató que tuvieron relaciones. Le desabrocharon el pantalón, le hicieron así (el gesto de silencio con un dedo cruzando los labios) porque la hermana estaba al lado. Si no nos siguen escuchando, vamos a hacer pública la Cámara Gesell.
