El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió que su par ruso Vladimir Putin “pagará un precio” por presuntamente tratar de socavar su candidatura en las elecciones de noviembre pasado y acordó con la afirmación de que es un “asesino”, de acuerdo a una entrevista difundida hoy por la cadena ABC.
La inteligencia estadounidense presentó ayer un informe en el que mencionan “varios incidentes durante los cuales actores vinculados con los Gobiernos ruso, chino o iraní, atentaron contra la seguridad de las redes de organizaciones políticas, de candidatos o partidos” durante los comicios del 2020, lo que fue desestimado hoy por el Kremlin.
En ese contexto, interrogado por un periodista que le pregunta si piensa que el presidente ruso “es un asesino”, Biden responde: “Sí, lo pienso”.
Además, dijo que Moscú “pagará un precio” por las presuntas interferencias que se remontan también a las elecciones de 2016 en las que Donald Trump le ganó a Hillary Clinton, y cuando le consultaron qué medidas tomará respondió: “Lo verás en breve”.
Esta declaración del demócrata marcó un gran contraste con la firme negativa de su predecesor republicano a decir algo negativo sobre el presidente ruso, consignó la agencia de noticias AFP.
Biden recordó también qué había hablado con Putin en enero después de asumir al frente de la Casa Blanca. “Tuvimos una larga charla, él y yo, lo conozco relativamente bien”, dijo el mandatario que también tuvo contactos con su par ruso cuando fue vicepresidente de Barack Obama. “Le dije ‘te conozco y me conoces. Si establezco que esto ha ocurrido, prepárate’”, manifestó Biden en la entrevista.
Rusia reaccionó rápidamente a los comentarios de Biden sobre que Putin es un asesino. “Ha insultado a los ciudadanos de nuestro país con su declaración”, escribió en su canal de Telegram el presidente de la Cámara Baja, Viacheslav Volodin.
“Esto es histeria debido a la impotencia. Putin es nuestro presidente y un ataque contra él es un ataque contra nuestro país”, escribió el dirigente, un responsable cercano al presidente ruso que fue número 2 en la administración presidencial rusa entre 2011 y 2016.
El Kremlin también rechazó el informe de la inteligencia estadounidense sobre interferencia electoral al que el portavoz Dmitri Peskov calificó de «incorrecto e infundado».
“Rusia no se inmiscuyó de ninguna manera en los comicios mencionados en ese informe”, dijo el vocero del Gobierno, en una comparecencia ante la prensa, informó la agencia de noticias Sputnik.
Peskov lamentó que tales materiales de dudosa calidad se utilicen como pretexto para imponer nuevas sanciones a su país.
“Esa política daña los lazos ruso-estadounidenses, de por si en mal estado”, puntualizó.
Estas acusaciones y declaraciones cruzadas vuelven a tensionar las relaciones entre Rusia y Estados Unidos que se ven constantemente salpicadas por crisis, desde Ucrania a Siria, pasando por las acusaciones de injerencia electoral, de espionaje o de ciberataques.