Walter Ghione, pastor rosarino y legislador provincial santafesino que encabeza la Junta Promotora Nacional de UNO (Una Nueva Oportunidad), admitió que trabajarán desde el sector evangélico para que el exconcejal santarroseño Roberto Torres (Pueblo Nuevo) sea candidato a intendente en Santa Rosa en el 2023.
Con el objetivo de enfrentar electoralmente al Frente de Todos, Ghione afirmó: “La idea es seguir creciendo en la territorialidad de las concejalías, presidencias comunales, intendencias; eso es muy importante; pero necesitaríamos una intendencia para poder mostrar nuestra base política en acción concreta para transformar alguna ciudad”.
Y en diálogo con Letra P, dio los nombres de dos de los alfiles de UNO en los que confía para alcanzar ese objetivo: la neuquina Marisa Torres San Juan en Plottier y el pastor pampeano Roberto Torres en Santa Rosa.
“Hay que entender que si no nos unimos todos contra ese adversario y damos cabida a que ganen esta elección (por las próximas legislativas), lamentablemente vamos a tener kirchnerismo por los próximos diez años”, dijo.
La fuerza partidaria, sustentada sobre la base de la militancia en las iglesias cristianas, tuvo su génesis en 2019 con el batacazo electoral de Amalia Granata en Santa Fe, donde por primera vez la territorialidad evangélica se unió a la exposición pública de la panelista y vedette para cosechar 287 mil votos y lograr seis bancas con una agenda celeste. También fue clave el protagonismo opositor que tuvo esta comunidad de fe en la batalla por la ley de aborto, tanto en 2018 como a fines del año pasado, cuando finalmente fue sancionada.
Ahora, UNO va por más: proyección nacional con espíritu frentista, opositor y federal. En este sentido, el espacio político busca denodadamente conseguir personería en las provincias donde tiene representación. No obstante, sus referentes cuestionan las demoras en la actuación de la Cámara Nacional Electoral. “Hicimos presentaciones en diez de las 14 provincias donde estamos, pero lamentablemente la justicia electoral se toma su buen tiempo para aprobarte el partido”, se quejó Ghione.
El pastor Ghione comanda el armado nacional de UNO secundado por Ana Valoy, la tucumana que se opuso a la Ley Micaela y está al frente del Observatorio de la Familia en el municipio de Yerba Buena; Diego Villamayor, el abogado bonaerense que fue funcionario de la cartera educativa durante la gestión de María Eugenia Vidal; Leandro Jacobi, responsable de la construcción de Cambiemos en Entre Ríos; el pastor Roberto Torres, exconcejal de Santa Rosa (La Pampa) por Pueblo Nuevo; la concejala Marisa Torres San Juan, fundadora del Movimiento Ciudadano Activa en Plottier (Neuquén), y el pastor Walther Lucero en Mendoza. También suman al encuadre Gabriela Sosa en Corrientes, Oscar Krause en Formosa, Rodrigo Guitián en Salta, Daniel Molina en Córdoba, Pablo Galarza en Chubut y Brian Encinas en la Ciudad de Buenos Aires.
Ghione reconoció que las conversaciones con Juntos por el Cambio (JxC) son las más serias para tejer alianzas electorales, pero también dicen haber recibido propuestas del incipiente frente de derecha Encuentro Federal, que reúne a Ricardo López Murphy, José Luis Espert y Javier Milei y acaba de sumar a sus filas a la también evangélica Cynthia Hotton y su armado Valores.
“Sabemos que hay una reticencia de la UCR para que nos acoplemos, porque (los radicales) están más del lado del progresismo de izquierda y nosotros estamos tirando para el otro lado”, admitió el referente evangélico, pero matizó: “No nos definimos de derecha, porque no cabemos en esa cuestión. No somos nacionalistas, somos conservadores, sí, y populares, porque venimos de muchos lugares donde se despliega nuestro accionar social y territorial”.
Ghione apeló a la muletilla “no nos une el amor sino el espanto” para graficar su interés por el armado de un gran frente opositor ante las elecciones de medio turno, aunque no descartó en ir por afuera si no prospera el intento de unidad. También sostuvo que le preocupa que el país se convierta en “una nueva Venezuela” en la que se conculquen las libertades individuales y republicanas. “Vamos hacia eso, si el FdT sigue en el poder”, advirtió.
Esta movida partidaria de los pastores no cuenta con la bendición de la Alianza Cristiana de Iglesias de la República Argentina (ACIERA), que, sin embargo, apoya que sus fieles incursionen en política; pero se nutre de la experiencia del vecino Brasil, donde el poder y la influencia del evangelismo son clave para sustentar la gobernabilidad del presidente Jair Bolsonaro.