Se anunciaron este lunes avances en el adiestramiento de perros para la detección de Covid-19 en personas. Esto fue confirmado por la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, la cual se encuentra a cargo del estudio.
Dentro del equipo está Paula Carancci, responsable de la ejecución de la parte de la gestión del proyecto, y compartió detalles importantes sobre éste.
“Estuvieron trabajando con nosotros perros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires de la división de explosivos, de Gendarmería Nacional y de Prefectura. Además, hubo adiestradores egresados de la Escuela de Adiestramiento de nuestra facultad, que también participaron del proyecto con sus perros que estaban entrenados en rastro”, explicó Carancci.
El entrenamiento tuvo una etapa inicial de adaptación: “Si bien unos trabajaban en explosivos y otros en rastros, cada uno tenía formas propias dadas por cada una de las fuerzas de seguridad”, mencionó la profesional. El equipo tuvo que lograr que los perros se habitúen al lugar y a trabajar con soportes de acero inoxidable, que es por donde se realizaba la detección mediante el olfato de las muestras. Lo que se buscó con esto fue “homologar los tiempos y las formas en las que se iba a hacer la detección de aquellos positivos cuando tuvieran que reconocerlos”.
Esta primera parte llevó mucho tiempo, porque “la intención no fue acelerar el proceso, sino que se pudiera hacer en base a las posibilidades de cada perro y a los tiempos, respetando las pautas relacionadas con bienestar animal”.
Para la detección se utilizaron gasas que habían sido colocadas por, aproximadamente, 20 minutos en las axilas de los pacientes que estaban internados en el Hospital de Clínicas (entidad dependiente de la Universidad de Buenos Aires con la que se vincularon para realizar el estudio).
De esas piezas, “lo que se buscó fue recoger aquellos compuestos orgánicos volátiles generados por la infección con SARS-COV-2 que, por su volatilidad, fueron perceptibles al olfato canino.
Es importante resaltar que no se buscó al virus, sino los componentes específicos generados por pacientes cuyo metabolismo fue modificado en presencia del virus. La ausencia de ellos sugería la no-infección con el agente.