Los dos principales fabricantes de vacunas contra el coronavirus de China firmaron hoy acuerdos para proporcionar hasta 550 millones de dosis al mecanismo Covax, el programa respaldado por la ONU cuyo objetivo en procurar la distribución equitativa de vacunas en el mundo.
Así lo anunció Gavi, la asociación de vacunas que desempeña un papel destacado en Covax, que precisó que compraría 110 millones de dosis de Sinopharm y Sinovac entre ahora y octubre, en un acuerdo que incluye la opción de comprar 440 millones de dosis más a mediados de 2022, informó la agencia de noticias AFP.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó para uso de emergencia estas vacunas inactivadas que ya se utilizan ampliamente en China y en muchos otros países.
Las vacunas inactivadas se fabrican con virus muertos, a diferencia de la mayoría de las vacunas Covid en uso, particularmente en Occidente, que se fabrican con tecnologías más nuevas que se dirigen a la proteína de «pico» que recubre la superficie del virus.
«Gracias a este acuerdo, y a que estas vacunas ya recibieron la aprobación de emergencia de la OMS, podemos empezar a suministrar dosis a los países de forma inmediata», dijo Seth Berkley, que dirige la Alianza.
Hasta el 12 de julio, el sistema Covax, que tiene el objetivo de ofrecer un acceso equitativo a las vacunas anticovid tanto para los países ricos como para los pobres, distribuyó más de 102 millones de dosis de vacunas a 135 países, una cifra muy inferior a los objetivos fijados a principios de año.
Esto porque India bloqueó las exportaciones de vacunas de AstraZeneca destinadas a Covax, al tiempo que los países ricos acaparan las compras de sueros más eficaces, agravando la desigualdad, una situación calificada de «obscena» por el jefe de la OMS.
Mientras la Unión Europea (UE) y Estados Unidos aspiran a vacunar a la mayor parte de su población, incluidos los niños a partir de los 12 años, el continente africano, por ejemplo, solo ha conseguido inmunizar a alrededor del 1% de su población.